Tuesday, June 23, 2015

capitulo 58

—Juegas juegos peligrosos en nombre del orgullo —la condenó—. Déjame que te aclare algunas cosas. No volveremos a vemos nunca después de que te vayas. Nuestro tiempo se habrá acabado y no habrá vuelta de hoja en que yo me casaré en pocos meses. Y también te doy mi palabra que no volveré a ponerme en contacto contigo aunque ahora veo que no sentiré mucha tentación... Tu frío corazón no tienta, al contrario repele.
Lali sintió una punzada de dolor. Tragó saliva y el aire ni siquiera le llegaba a los pulmones.
Su frío corazón... ojalá lo tuviera frío en ese momento.
Pero la furia acudió en su rescate. Llevarla a Datar engañada había sido un acto de suprema crueldad y la culpa de todo el tormento que estaba sufriendo ahora sólo la tenía Peter. Hubiera sido mucho mejor que ella nunca hubiera sabido lo que podían tener juntos. Echó la cabeza hacia atrás con fiereza y clavó los ojos negros en él con una amargura que la consumía como un fuego fuera de control. —Cuéntame que tipo de mujer esperas conseguir como segunda esposa...
Peter se paralizó de la sorpresa.
—Eso no lo hablaré contigo.
—¿Por qué no? ¡Con lo sincero que has sido con todo lo demás! Vamos, cuéntamelo. ¡De verdad que me gustaría saberlo!
—Será una buena esposa según las normas de mi padre. Si yo pierdo el temperamento y levanto la voz, me pedirá saber en qué me ha ofendido. Nunca me contestará. Recibirá mi opinión con admiración y acuerdo. Y nunca entrará en mi cama sin previa invitación. Se pasará el día vestida a la manera occidental, viendo la televisión, comprando y cotilleando con sus amigas. Ya la puedo ver: preciosa, indolente por naturaleza y no muy bien educada, pero me dará hijos.
La última frase la dijo con un ligero temblor.
Lali había cerrado los ojos y se había dado la vuelta devastada por la cruel sinceridad. Se quedó aturdida mientras contemplaba como él abandonaba la habitación. El gatito jugueteó entre sus pies y las piernas le fallaron a Lali, cayendo de rodillas en la alfombra persa con la inocente criatura a su alrededor.
La parálisis fue remitiendo lentamente y su mente empezó a funcionar de nuevo. Había oído a Peter describir las cualidades de su segunda esposa no con placer... sino con apenas oculta repulsión. Aquellas eran las cualidades que deseaba su padre, pero no Peter. Ese no había sido su sueño.
Unas lágrimas de alivio le empañaron los ojos. Había confundido lo que Peter intentaba contarle desde el principio. Él había dicho que no le quedaba elección y ella no le había creído. Le había contado que su padre no quería que se casara con ella y tampoco lo había asimilado.
A los ojos del rey Alejo, ella no era una esposa aceptable para su hijo y nada iba a cambiar aquella opinión. La única forma de doblegar la negativa de su padre había sido asegurándole que sería sólo un matrimonio temporal. Había sido su última oportunidad para que estuvieran juntos antes de cumplir con sus obligaciones reales y filiales y casarse con alguna descerebrada que se dedicara sólo a darle hijos.
Pero no era su elección ni su sueño. ¿Cómo podía haber estado tan ciega como para creer que Peter se hubiera molestado tanto sólo para llevarla a la cama? Recordó su pánico cuando ella había estado enferma.
Quizá no fuera exactamente, amor, pero Peter se preocupaba por ella y nunca había ocultado que ella había sido más una pesadilla que un sueño.
Se tapó la cara con las manos y sollozó con amargura. Mientras se levantaba cegada; una mano la alcanzó para ayudarla. Cuando abrió los ojos enrojecidos vio a Peter que se arrodillaba a su lado. —¡Vete!
—Te he disgustado.
—Por... por qué crees eso
—Nunca antes te había visto llorar.
—¿Y qué esperabas después de lo que has dicho?
—Tú me hiciste decirlo.
—Exacto... yo... tengo la culpa.

4 comments:

  1. necesito mas porfavor

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  2. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  3. Hasta a mi me dolieron las palabras de peter

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