Monday, June 29, 2015

capitulo 25

Si yo pidiese disculpas por lo que dije, estaría siendo falso –Peter admitió sin dudar. Enseguida, salió de la sala para buscar a su ex-suegra.
Lali intentó respirar mejor. Vivir con Peter iba a ser una pesadilla. A pesar de la casa ser enorme y tener tantos cuartos, era imposible no encontrarse. Peter la despreciaba, nunca dudara que ella no fuese amante de Benjamin. Prefirió condenarla a dejar que explicase.
Si estaba tan lastimado, ¿por qué la besó en el avión? Fue un beso diferente, violento y apasionado, pero sin ternura alguna. Probablemente percibió la fragilidad de Lali y resolvió castigarla.
En aquel momento, una empleada se aproximó pidiendo que Lali inspeccionase el cuarto del bebé. El cuarto estaba todo decorado con dibujos y juguetes y el papel de pared tenía un diseño de patos jugado. El mobiliario era claro y, por todas partes, había bichitos de peluche. Lali se quedó imaginando si habría sido el propio Peter quien comprara los juguetes. Sintió una puntada de remordimientos por haber impedido que él pudiese haber acompañado el crecimiento de Santino en los meses anteriores.
Es un cuarto lindo –Lali dijo a la empleada que la miraba ansiosa.
Venga a conocer su cuarto ahora, señora.
La empleada la llevó a un cuarto al final del corredor, distante de aquel en que Santino estaría. Vio que había ropa suya en los armarios, aquellas que dejara atrás al huir de Portugal. El cuarto quedaba en un ala de la casa que siempre estuvo cerrada. Era como si Peter la hubiese exilado, al mismo tiempo en que la mantenía en un lugar vigilado. Por lo menos, estaría bajo el mismo techo que Santino. Tenía que agradecer eso.
Ni bien la empleada salió, Lali oyó que alguien golpeaba la puerta. Al abrir, encontró a una muchacha vestida de uniforme que se presentó como la niñera.
¡Peter contrató una niñera para cuidar de Santino! Ni preguntó si Lali quería continuar cuidando del bebé como siempre hizo. Su marido no confiaba en ella como madre y apenas la aceptara de vuelta porque su hijo estaba acostumbrado a ella. Ahora, un verdadero batallón de empleados giraba en torno a Santino, como si él fuese la séptima maravilla del mundo.
Después de la presentación y partida de la mujer, Lali pidió que su cena fuese servida en el cuarto, así evitaría a su marido tener que soportarla. Si fuera posible, se quedaría bien lejos de Peter.
Recordó que acusó a su marido de haber tenido otras mujeres. No que estuviese
segura de eso, pero, tan pronto él supo que estaba embarazada, dejó de buscarla sexualmente. Aún en los primeros meses de casados no habían dormido en la misma cama... por decisión de Peter.

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