Wednesday, June 24, 2015

capitulo 63

A Lali se le ensombreció el gesto. ¿Era su falta de futuro la idea más dolorosa o se estaba engañando a sí misma? Desde el día en que había llorado en brazos de Peter, él no había vuelto a mencionar su partida ni había manifestado ninguna tensión con respecto a ese asunto.
Las tres semanas anteriores habían sido las más felices en la vida de Lali, pero para mantener la felicidad, había tenido que suprimir con todas sus fuerzas el pensar en el futuro. ¿Estaría Peter siguiendo la misma norma o es que podía pensar en su partida ya sin dolor? ¿Sería toda su relación sólo una agradable aventura de la que podía aceptar su final con calma?
—¿Lali?
—Ah, mi familia —apretó la taza de café e intentó refrenar sus miedos—. Bueno, con mi madre tengo una relación distante, con mi padre ni siquiera me relaciono y a ellos no les preocupa mucho.
—Me cuesta mucho creer eso.
Ella esbozó una sonrisa de amargura.
—Supongo que sí. Déjame explicarte. Mi madre cree que yo casi le rompí él matrimonio.
—¿Pero por qué?
—La primera infidelidad de mi padre coincidió con mi nacimiento. Si le conocieras podrías entender por qué. Él tiene que ser el centro de atención y naturalmente un bebé interfirió con esa necesidad. Pero mirando su historia con los años, es evidente que hubiera sido infiel de todas formas.
—¿Fue infiel muchas veces?
—Siempre estaba saliendo en busca de otras mujeres —Lali se encogió de hombros de nuevo— y cada vez que volvía a casa, mi madre le recibía con los brazos abiertos. Cuando me hice mayor comprendí lo que estaba sucediendo y le odié por la forma en que la trataba. Me costó bastante tiempo comprender que al aceptar su comportamiento mi madre se estaba comportando como la víctima voluntaria. Él es un hombre muy atractivo... físicamente pero simplemente la utiliza. Ella es su puerto en cada tormenta.
—¿Todavía lo odias?
—Si alguna vez pienso en él, creo que me avergüenzo de él. No tiene otra cosa que encanto superficial.
—No sabía que habías pasado una infancia así.
—No fue tan malo. Es sólo que yo nunca fui muy importante para ninguno de los dos; a mi padre no le interesan los niños. Si yo hubiera sido una hija que le adorara como hacía mi madre, quizá las cosas hubieran sido diferentes, pero yo no podía ocultar lo que sentía por él... No podía halagar su ego como hacía mi madre y le hacía sentirse incómodo y resentido. Yo no le caía bien. Francamente, cuando me fui a la universidad, fue un alivio para todos.
—Siento haber hablado de esto. No conocía las circunstancias, pero me hubiera gustado haberlo sabido antes. Hubiera entendido mejor tu resistencia hacia mi.
—Me gustaría que todavía me quedara algo de esa resistencia.
—Pues a mí no. Así es como deben ser las cosas entre los amantes.
«Amantes», repitió ella para sus adentros sintiendo una punzada de pena. Era curioso que Peter ya nunca se refiriera a ella como su mujer o su esposa y esas omisiones la cargaban de inseguridad rechazo y la sensación de que estaba viviendo un tiempo prestado. Él se inclinó hacia ella con sus ojos brillantes cargados de una satisfacción primitiva y Lali tembló sintiendo una oleada de sensualidad que le hizo sonrojar.
—Alá nos ha bendecido de verdad con la pasión.
Un tinte escarlata le embelleció las mejillas y la conciencia de culpabilidad la asaltó al recordar que quince días atrás se habían pasado tres días en la cama, saliendo sólo para comer. Y Peter había dicho que tenía la bendición de haber encontrado a una mujer absolutamente insaciable y apasionada. Y era verdad
que la hacía sentirse insaciable, pero tenía la horrible sospecha de que si Peter supiera el propósito científico de haberse asegurado de mantenerle en la cama esos tres días concretos, no estaría tan seguro de que era una bendición.
—Estás muy silenciosa —deslizó un dedo por su labio inferior—. ¿En qué estás pensando?
La culpabilidad le produjo una sensación de inseguridad. ¿Habría sido una decisión egoísta intentar quedarse embarazada? Si Peter lo descubriera, la despreciaría. ¿Era justo traer un hijo a este mundo sin un padre y sin el conocimiento del padre aunque sólo fuera para darse ánimo a ella misma? En ese momento, ya no le parecía nada justo privarle al padre del nacimiento y herencia de un hijo.
—¿Qué te pasa, aziz?
Una vez la había llamado «amada mía» y desde que Zulema le había explicado sonriente lo que significaba en su cultura, lo había atesorado e intentando pensar que Peter no lo había utilizado con la superficialidad con que lo utilizaban algunos ingleses. Alzó los ojos acuosos hacia él y estudió aquella cara morena y angulosa que le era tan terriblemente querida. Le sacudió la culpabilidad por su traición. Él había sido totalmente honesto con ella desde el principio.
—Nada.
—No es nada lo que yo veo en tus ojos. ¿Te está entrando añoranza de tu país?
¿De su casa? Ella no tenía hogar, decidió dolida. Tenía un gato y tres bonsáis que le estaba cuidando una amable vecina. Ningún sitio volvería a ser un hogar para ella sin Peter.
—No.
—Creo que no me estás diciendo la verdad.
La tensión era tan densa que casi se podía masticar.
—Todavía piensas en el final del verano, ¿verdad? —preguntó con fiereza.
—¿Qué quieres decir?
El se dio la vuelta con expresión impenetrable en sus facciones de bronce.
—Todavía estás pensando en irte, ¿verdad? ¡Lo leo en tus ojos!
—¿Y cómo puedo evitar pensar en eso?
A Lali le sacudió la oleada de pena que había intentado enmascarar las últimas semanas y bajó la cabeza para ocultar su angustia.
—Ya no puedo vivir más con esa espada de Damocles sobre mi cabeza. Esto es intolerable. ¡Eres como una maldición sobre mí! —explotó Peter con salvajismo— pero ya no aceptaré esa maldición. Te abandono.
Ella estaba tan sorprendida que apenas podía oírle.
¿Una maldición? ¿Iba a abandonarla? «Pero todavía no es el momento» hubiera deseado gritar atormentada. Y ella no estaba preparada para enfrentarse con ello.
—¿Que me vas a abandonar?
—¡Debería haberte metido en ese helicóptero a la fuerza hubiera sido lo más prudente acabarlo entonces.
—Y ahora vuelves a tu casa con papi —murmuró con impotencia Lali.
Una expresión de incrédula rabia surcó las facciones de Peter.
—No eres adecuada para ser mi esposa —murmuró con énfasis.
Y entonces desapareció dejándola mirando al vacío enferma de dolor y a merced de la angustia.

2 comments:

  1. eso le pasa a lali por actuar asi, es mejor que peter la deje y ya

    ReplyDelete