Thursday, June 25, 2015

capitulo 6

Hay una villa al otro lado del trillo del tren –ella dijo con un hilo de voz.
Lali tenía conciencia de que estaba siendo cargada, oía voces nerviosas en portugués, pero sentía tanto dolor que no conseguía entender bien lo que estaba pasando. Procuró abrir los ojos, intentando focalizar a alguien, pero su cuerpo dolía demasiado y le robaba las fuerzas. Percibió que estaba en un auto diferente y encontró un poco de energía para intentar levantarse.
Santino... ¿Dónde está Santino?
Él va a estar bien. Tú también vas a estar bien.
Aún en el estado en que estaba, Lali tenía conciencia de que no todo saldría bien. Siempre fue alérgica a las picaduras de abeja y recibió órdenes médicas de no salir sin llevar su kit de adrenalina. En los últimos tiempos, no obstante, ni se acordaba de eso, tantas eran sus preocupaciones.
Te vas a quedar con Santino. Eso es lo justo –murmuró.
Por el amor de Dios, no vas a morir, Lali –Peter retrucó furiosamente. – No voy a permitir que eso pase.
Antes que ella perdiese la conciencia, todo lo que pensó es que Peter tenía el derecho de estar con su hijo. Lo que estaba pasando con ella era un castigo por todo lo que había hecho. No sólo impidiera a Peter ver a su hijo, él la encontró en los brazos de otro hombre, meses antes de que naciera el bebé.
No sabía porqué había dejado a Benjamin besarla. No quería nada con él. El hecho es que andaba demasiado infeliz con su matrimonio, y Benjamin la sorprendió en un momento de debilidad. En toda su vida, nadie dijo antes que la amaba, como Benjamin lo dijera aquel día. Peter siempre parecía indiferente, no era cariñoso y no demostraba amarla.
Aquella tarde, después de confesar su amor, Benjamin la tomó desprevenida y la besó. Confusa, ella no luchó por liberarse del abrazo. No sentía nada por Benjamin, ni quería besarlo, aún así permitió que la besase. Había sido infiel a su marido y nada podría justificar su instante de debilidad. Peter entró en la sala y la encontró en brazos de Benjamin. Nada lo hizo convencerse que sólo fue aquel beso. Peter creía que ella fue amante de Benjamin y lo estuvo traicionando allí, en su propia casa. Exigió inmediatamente la separación, aún con ella embarazada.
Los recuerdos fueron desapareciendo y se desmayó.
Lali abrió los ojos y vio que estaba respirando por una máscara de oxígeno. Debía haber sido correctamente medicada, porque continuaba viva. Se sentía desorientada, sin saber donde estaba. Comenzó a sentarse, mirando los rostros desconocidos que se doblaban sobre ella.
¿Qué?... ¿Dónde? –ella preguntó con voz débil.
Usted tuvo un ataque alérgico –un hombre de mediana edad muy joven respondió. – Está en un hospital, soy su médico... Acabamos de aplicarle una inyección de adrenalina.
Calma. Continúe acostada por ahora –la enfermera aconsejó. – ¿Se está sintiendo
mal?

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