Wednesday, June 17, 2015

capitulo 20

Hasta una aventura de una noche podía ser considerada respetable siempre que se observaran las normas.
—Belen —empezó Lali penosamente.
—¡Estás sorprendida! ¡eres tan estúpida! El rey Alejo nunca permitiría que su hijo se casara con una mujer occidental bajo otras circunstancias.
—Belen.. por favor, perdóname por el dolor que te he causado sólo con venir aquí —rogó tensa y avergonzada Lali—. Y por favor, créeme que no tengo deseos de casarme con tu marido.
—¿Mi qué?
—¡Peter se niega a permitirme abandonar el palacio!
—¿Se niega a permitirte? —Belen parecía aturdida—. ¿Tú no quieres estar aquí? ¿No quieres casarte con Peter? No puedo creerlo.
—¡Pues es la verdad! No quiero tener nada con él. No tenía ni idea de que Peter pretendía traerme aquí o siquiera que fuera un hombre casado.
—Ah... —Belen esbozó una sonrisa maliciosa de comprensión—. Es por eso por lo que quieres dejarle.
Lali se sonrojó violentamente.
—Es sólo una de las razones.
—Si de verdad deseas irte, yo puedo ayudarte con facilidad a salir del palacio. Las mujeres mayores de nuestra familia todavía usan velo cuando salen a la calle. ¿Quién podría saber la que está debajo de un chador?
—Agradecería mucho tu ayuda.
—Lo arreglaré.
La morena abrió la puerta y dirigió unas rápidas palabras a Zulema, que esperaba fuera. La chica se echó a sus pies aterrorizada. Con un aire de maliciosa satisfacción, Belen salió dejando a Lali sola. «Qué perra», no pudo evitar pensar Lali. Entonces bajó la cabeza preguntándose si tendría derecho a emitir aquellos juicios. Aquel era otro mundo y cuanto antes saliera de allí más feliz sería, se dijo con fiereza.
Lali estaba echada en un diván ojeando una revista cuando captó un movimiento en un espejo lateral y levantó la cabeza. La sorpresa le quitó el aliento.
—Intenta no gritar —Peter esbozó una sonrisa de diversión—. Estas son las dependencias de las mujeres y en honor a tu reputación, yo no debería estar aquí.
—Maldita sea... claro que no deberías. ¿Cómo diablos has entrado?
—Crucé por el tejado y me colé por la terraza.
Ella no había oído ni un solo ruido pero él siempre se había movido con el sigilo de un depredador.
—¡Te podrías haber roto tu estúpido cuello! ¿Qué es lo que quieres?
—Es evidente que debería haber venido por la noche y con bombones —Peter suspiró con burla—. No tienes ni una sola fibra romántica en todo tu ser, doctora Esposito. Pero podemos solucionar ese asunto juntos. Y he venido aquí porque me cortaste en medio de una seria discusión.
—Creo que he dejado mis sentimientos bastante claros —dijo Lali temblorosa.
Peter se metió las manos en los bolsillos y el movimiento destacó sus poderosos músculos.  Lali se humedeció los labios.
Los vibrantes ojos esmeralda se deslizaron sobre ella y al captar su aprecio su sensual boca se curvó.
Las densas pestañas de ébano enmarcaron sus ojos mientras la miraba con evidente diversión.
—Cuando no puedes evitar mirarme con lujuria, ¿cómo voy a aceptar esos sentimientos confusos que tú insistes que has dejado claros?
—Yo no...

2 comments:

  1. me gusta este peter se enota que quiere a lali y quiere casarse con ella, mas tonta lali que no acepta lo que siente por el.

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