Wednesday, July 1, 2015

capitulo 34

Lali percibió que estaba casi llorando. Demostró que él estaba en lo cierto sobre ella: ella estaba a su disposición, saltaría cuando él la mandase saltar, se entregaría sexualmente cuando él quisiese.
Se sintió perdida. Intentara desesperadamente creer que la intimidad sexual podría llenar el vacío que sentía, pero todo se reveló falso.
Tenía que salir de aquella cama y cubrir su cuerpo desnudo. Miró a su alrededor en busca de algo que la cubriese. Tomó la camisa de Peter que estaba en el piso.
Pareces haber confirmado lo que pensabas de mí –Lali murmuró, al notar que Peter saliera del baño y la estaba mirando mientras se secaba.
Deja eso allá. –él tiró la toalla y se aproximó a la cama.
Dormir conmigo fue como un juego de poder, ¿no? –preguntó, sabiendo que no precisaba que él confirmase su sospecha.
Ya te dije que olvidaras eso –Peter rezongó, mientras se vestía sin mirarla.
Lali se sintió tan insignificante que nada más podía lastimarla. Él se estaba vistiendo y no pasaría la noche en aquel cuarto.
¿Adónde estás yendo? –preguntó sin ninguna pizca de orgullo.
Para cualquier lugar en que no tenga que escucharte decir tonterías –Peter respondió, volviéndose hacia ella.
¿Decir tonterías? ¿Entendí todo mal? –ella murmuró. – Peter, ¡háblame!
¿Tú crees que eso es fácil para mí? No consigo dejar de pensar en ti haciendo el amor con Benjamin. Eso no me sale de la cabeza.
Lali apretó los labios, incapaz de retomar su defensa.
Eres una excelente actriz debajo de las sábanas, puedes estar segura de eso. Hace dos años, fui tu primer amante, y eso fue importante para mí. Ahora, después de todo lo que fuiste capaz de hacer, apenas me siento enojado por haberte traído de vuelta.
Fue apenas un beso lo que pasó entre Benjamin y yo, Peter...
No insistas en decir eso nuevamente. Y dame esa camisa –exigió.
Percibiendo que continuaba cubriendo su cuerpo desnudo con la camisa de él, Lali se la sacó con rabia y la arrojó a los pies de Peter, quedando allí delante de él como una estatua desnuda, con sus cabellos sueltos en sus hombros. No intentó cubrirse nuevamente.
Toma tu camisa y sal de aquí –ella sentenció.
Si crees que vas a conseguir dominarme, te equivocaste. No deberías haber elegido un Lanzani como marido –dijo Peter, saliendo del cuarto.
Lali cerró la puerta con violencia y giró la llave, trancándola. Corrió, entonces, a la cama donde podría finalmente llorar.
Se levantó-se asustada al oír un ruido aterrador.

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