capitulo 36

¿Por qué no me contaste eso antes? –preguntara ella sorprendida, pues no había creído que Peter fuese viudo.
Que importancia eso podría tener para ti –Peter respondiera, dando por terminado el asunto.
Sólo después que Lali insistió mucho fue que le contó que su primera mujer se llamaba Luna y que murió en un accidente de coche, cuando estaba paseando con Rocio, la hermana gemela de Peter. Aquel día, Peter no hizo el amor con ella. Para empeorar las cosas, más tarde llegó la noticia que Jazz, el cachorro que ella adoraba y que fue responsable de la unión de los dos, murió aquella misma noche. Eso daba por terminada la luna de miel.
Peter la llevó a la quinta en Sintra, y conoció a Adelina que había pasado un día entero mostrando fotos de su hija fallecida, fotos, inclusive, del casamiento de Luna y Peter, otras mostrando a la pareja en la luna de miel en el Caribe, después otras imágenes de Luna entreteniendo invitados y vestida como una reina. Lali entendió que la vieja señora quería dejar bien claro que ella podía ser esposa de Peter, pero que nunca asumiría el papel que Luna representara tan perfectamente.
Lali interrumpió sus pensamientos al oír a alguien llamara.
Adelina estaba junto a la entrada, intentando no mirar el daño en la puerta que Peter derrumbó.
¿Podemos conversar? –Adelina preguntó.
Lali se sorprendió al ver que había lágrimas en los ojos de la señora.
Acabo de ver a tu hijo, es un bebé muy bonito. Estoy arrepentida por haber mentido sobre lo que me dijiste anoche y no conseguí dormir bien. Hoy temprano, le conté la verdad a Peter.
Esa confesión inesperada sorprendió a Lali, pero ella no sabía decir si Adelina estaba siendo sincera ó no. Peter no la buscó para pedir disculpas después de haber pensado tan mal de ella.
Siento mucho el modo como siempre te traté –Adelina continuó. – Cuando vi a tu hijo, me pregunté si mi hostilidad no puede haber contribuido a la separación entre tú y Peter el año pasado.
Eso ya pasó... Todo está olvidado.
Adelina miró la puerta destruida.
Fui responsable por la discusión que tuvieron ayer, pero eso no va a pasar más. Mandé a las empleadas arreglar mis maletas.
No precisa partir por mi causa. –Lali sintió pena de Adelina que parecía haber ganado algunos años extras.
Fue Peter quien me mandó fuera después que oyó mi confesión. Está muy desilusionado conmigo.
¡Él la va a perdonar! –Lali exclamó, viendo que Adelina comenzara a sollozar, incapaz de controlarse delante de la perspectiva de tener que salir de aquella casa. – Nosotras dos tuvimos ayer un mal día. No puedo imaginar este lugar sin usted y al final, ¿para dónde iría si se fuera?
Dos años atrás, Peter me dijo que eras una muchacha dulce, bondosa y que te amaría, pero te odié ni bien te conocí –dijo entre sollozos.