TRES días más tarde, Lali recibió su primera visita oficial como esposa de Peter.
Se hallaba organizando un guardarropa completo de niño que le habían enviado del palacio real aquella mañana cuando, al levantar la vista, sus ojos se toparon con Basmun, el mayordomo.
-¿Sí?
Desde que su matrimonio con Peter fue público, el personal del palacio la trataba con sumo respeto.
-La princesa Emilia ha venido, señora. Enseguida les llevaré la merienda -dijo Basmun, con una profunda reverencia.
Lali se preguntó quién sería mientras se miraba con ojos críticos la falda y la blusa azules y se arreglaba el cabello. Decidió bajar como estaba y no hacer esperar a una visita importante. Supuso que era alguien de la familia de Peter.
Al bajar por la magnífica escalera de piedra, pasó junto a un gigantesco ramo de rosas amarillas en el rellano de la planta baja. El hermoso buqué le había llegado el día anterior. No tenía ni idea de por qué le había mandado Peter las flores, ni tampoco el motivo de sus cuatro llamadas telefónicas. Le preguntaba por Ben, por sus actividades del día y luego repasaba con ella su agenda diaria para acabar asegurándole que deseaba volver a casa. Ojalá hubiese utilizado las llamadas telefónicas para darle un poco de información sobre su familia.
Familia. Un tema que la atormentaba desde que Peter le dijese que su madre había abandonado a su padre por otro hombre. Lali se sentía inquieta al reconocer lo poco que sabía sobre la mujer que la había traído al mundo. Leería el informe por sí misma para averiguar cómo se había cometido semejante error.
Más tranquila tras tomar esa decisión, se dirigió al encuentro de su visita. Una joven muy atractiva de elegante traje pantalón se levantó a saludarla con una simpática sonrisa.
-Soy la sobrina de tu esposo, Emilia, y tú eres Lali, o La, como te llama el pequeño Ben.
-Todavía no puede pronunciar bien la i -le confió Lali mientras se evaporaban sus nervios como por arte de magia. .
-¡Me moría de deseos de conocerte! –exclamó Emilia, inspeccionando con sus brillantes ojos azules a Lali-. Pero ahora que lo he hecho, no me sorprende que mi tío Peter se enamorase perdidamente de ti el día en que te conoció. Eres muy bonita.
Un poco desconcertada por sus palabras, Lali le agradeció el cumplido, pero recibió con alivio la distracción de la merienda: una aromática infusión de menta y una variedad increíble de minúsculas pastas. ¿De dónde habría sacado Emilia aquella historia de que Peter estaba enamoradísimo de ella? A él le rechinarían los dientes si se enterase de los chismes que corrían entre sus parientes.
-Has dejado a Belen fuera de juego totalmente -sonrió Emilia-. No podía creer que Peter se hubiese casado con otra ahora que ella está libre.
-¿Libre? -repitió Lali, decidiendo sonsacar a Emilia, que parecía ser una mina de información.
-Libre para volver a casarse, ahora... que mi padre ha muerto -la tristeza ensombreció las alegres facciones-. Lo echo mucho de menos.
-Estoy segura de qué sí -dijo Lali, preguntándose si Emilia sería una de las hijas de Pablo-. Me estabas hablando de... Belen -añadió apresuradamente, intentando evitar temas delicados.
-Me parece que sabes muy poco sobre nuestra familia -dijo Emilia con una maliciosa sonrisa-. Belen es la viuda de mi padre. Tiene solo veintiséis años. Mi padre se casó con ella hace cinco años, cuando todos suponían que ella lo haría con Peter.
-Virgen santa -murmuró Lali, no tan segura de querer seguir haciendo averiguaciones. Se le hizo un nudo en el estómago ante la idea de que Peter hubiese alimentado alguna vez el deseo de casarse con alguien, ya que con ella no había querido hacerlo,
-Ella no amaba a mi padre y, naturalmente, él no sabía que ella también le gustaba Peter -le informó Emilia, enfadándose a medida que hablaba-. La odiamos. ¡Mi padre se acaba de morir y ella ya está persiguiendo a Peter!
Muy incómoda con la extraña sensación de dolor que había descubierto hacía un segundo, Lali intentó tranquilizarse. Ya sabía quién era la mujer que había esperado a Peter como Dios la trajo al mundo.
-Todos temíamos que Peter acabase casándose con ella -continuó Emilia con una mueca-. Hasta mi
abuelo, Después de todo, Peter estaba loco por ella y es una belleza.
otrooo
ReplyDeleteJajaja wtf emilia hija d Pablo¡ jaja
ReplyDeleteMaaasss
Q onda esas reacciones de peter!?
Maass
sube mass
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