capitulo 15

Lali nunca se había acostado con un hombre. Y ahora que lo hacía, había elegido a uno que podía llevarla al orgasmo con una sola mirada, con una sola caricia, con deslizar apenas su lengua sobre su piel desnuda.
Su vientre sintió un cosquilleo ante la anticipación de lo que pudiera seguir.
La respiración de Peter le puso los pelos de punta cuando él mordió el borde de sus medias y se las quitó con los dientes.
A Lali se le hizo un nudo en la garganta. Aquella sensación fue más de lo que jamás habría podido imaginar.
Ella se aferró a los hombros de Peter, por miedo a perder el equilibrio.
Cuando Peter terminó, alzó la cabeza y metió los dedos por debajo del liguero, que ya no le servía para nada.
—Espero que te haya gustado tanto como a mí —dijo él.
Lali tragó saliva. Se alegraba de que él estuviera tan afectado por aquello como ella.
Peter le quitó el liguero. Ella esperó sentirse nerviosa, o incluso asustada, pero en cambio estaba tranquila. Lo único que le quedaba en su sitio era el sujetador.
Lali se ayudó con un pie para quitar las braguitas que tenía enredadas en los tobillos, y las tiró. Luego se desabrochó el sujetador y lo dejó caer al suelo.
Notó que Lali se quedaba sin aliento. Luego lo vio acercarse a ella. Le rozó los senos con su torso, sintió su pecho viril en las puntas de los pezones. Peter se apretó contra ella.
—Si sigues haciendo esto, cariño, no aguantaré mucho.
Ella no sabía nada de tiempos, pero teniendo en cuenta las sensaciones que le provocaba aquel hombre cada vez que la tocaba, sospechaba que ella no tardaría mucho más que él.
Con poco esfuerzo, él la levantó y la depositó en medio de la cama. Se quitó los slips y fue hasta el cajón de la mesilla.
Menos mal que él tenía preservativos, pensó Lali al ver la caja. Era un motivo más para estar agradecida a Peter por haber ahuyentado a ese otro tipo en el bar.
Además, no pensaba que el hombre aquél hubiera sido tan atractivo como Peter desnudo.
Lali se deleitó con la vista, mirando sus anchos hombros, el hilo de vello que iba desde la cintura hasta su sexo. Estaba muy excitado.
El colchón se hundió con el peso de Peter cuando éste se deslizó por la cama hasta ella. Luego se enderezó para quitarle el envoltorio al preservativo con los dientes y se lo puso. Lali se agarró a la colcha. Y Peter se puso encima de ella. A
partir de aquel momento, ella no pudo pensar en nada. Peter le acarició el cabello junto a la sien.
—¿Estás bien?