capitulo 43 y 44

Mmm. Lo saboreó. Si seguía bebiendo aquel vino tal vez lograse sobrevivir a aquella noche.
Se abrió la puerta del club y se oyeron voces mientras Lali bebía un segundo sorbo. Luego se aquietaron las voces y sólo se oyeron pasos y voces en la distancia.
Lali respiró profundamente y dejó el vino en la mesa. Se alisó el vestido nerviosamente y se aseguró de que todo estaba en su sitio antes de que apareciera Peter con sus amigos.
Una atractiva pareja apareció por detrás de la partición que separaba el bar de la pista de baile. Se detuvieron y sonrieron amistosamente.
La mujer era alta, con el cabello rubio y liso. Su barra de labios realzaba su tono de piel. Llevaba un vestido negro que le llegaba hasta las pantorrillas, con unos tulipanes que adornaban la parte derecha de la tela lisa. Tenía tirantes y un escote amplio que dejaba sus hombros al descubierto. Una cadena con un diamante en forma de corazón adornaba su cuello. Llevaba unos zapatos de tacón bastante bajo. Por razones de seguridad, sospechaba Lali, teniendo en cuenta el volumen de su vientre.
El hombre era igualmente alto, de pelo rubio. Y parecía incómodo con aquel traje gris y aquella corbata de rayas.
Lali sabía que debía decir algo, hacer algo, pero no podía hacer otra cosa que entrelazar los dedos de sus manos nerviosamente.
Afortunadamente, la otra mujer no estaba tan nerviosa como Lali.
Mary dio un paso adelante y con los ojos cafe brillantes le dio la mano.
—Hola. Tú debes de ser Lali. Yo soy Mary, y éste es mi marido, Gaston —se giró levemente y tiró de la manga del hombre.
—Mucho gusto en conocerte —murmuró Gaston, dándole la mano.
—Encantada de conoceros —dijo Lali.
Lali miró en la dirección en que había desaparecido Peter.
—Peter ha ido a supervisar la cena. Volverá en cualquier momento.
—Oh, no te preocupes por él —dijo Mary—. Vendrá enseguida. Mientras tanto, sentémonos y charlemos un poco para conocernos mejor.
Gaston acercó una silla a su esposa. Y hubiera hecho lo mismo para Lali si ésta no hubiera acercado la silla que estaba junto a su copa.
En lugar de unirse a ellas, Gaston dio un paso atrás y le acarició el brazo a Mary.
—Creo que voy a ayudar a Peter. ¿Os importa?
—Creo que sobreviviremos. Pero dile a Peter que no tarde mucho. Yo ahora como por dos. Y el bebé está muerto de hambre.
En cuanto Gaston desapareció, Mary se inclinó hacia Lali y le dijo:
—Es un poco sobreprotector. A veces se pone un poco pesado. Pero generalmente lo dejo. Se siente más involucrado si me trae leche caliente y galletas a las tres de la mañana.
—Evidentemente, te quiere y te cuida mucho.
Lali no sabía qué más decir, y ocultó su inseguridad tomando un sorbo de vino.
—Es verdad —contestó Mary con las mejillas sonrosadas de felicidad. Se sirvió una copa de agua y bebió un sorbo. Luego continuó—: Pero no sigamos hablando de Gaston y de mí. Lo que realmente quiero saber es si tu relación con Peter es muy ardiente.