Thursday, December 3, 2015

capitulo 42

Lali lo miró, preguntándose cómo habían terminado tirados en el sofá, pero disfrutando del peso del hombre sobre su cuerpo. Y entonces escucharon el teléfono móvil...
Peter se levantó de un salto, tomó el móvil de la mesa y se lo dio con mano temblorosa.
-Intenta parecer natural.
Pero Lali no tuvo que mentir. En realidad, casi no tuvo que decir nada. A Euguenia le habían robado el bolso en unos grandes almacenes y estaba llorando.
-No tengo dinero ni tarjetas de crédito... ¿qué hago?
-Llegaremos enseguida, no te preocupes le prometió Lali.
Un segundo después, estaban de camino en la limusina.
-Has traicionado mi presencia con ese <llegaremos» -dijo Peter.
-Euguenia está demasiado agitada como para darse cuenta -murmuró Lali.
Euguenia, que no era nadie sin sus tarjetas de crédito, se quedó paralizada un momento al ver a su hermano, pero al final se lanzó a los brazos de Peter buscando consuelo y Lali se sintió como una extraña.
Como había pocas esperanzas de recuperar el bolso, Peter sugirió que pusieran una denuncia en comisaría y cancelaran las tarjetas. Después irían al hotel de Euguenia para hacer las maletas.
-Puedes venir conmigo, Lali -sonrió la joven.
-Me gustaría, pero esta tarde tengo una reunión -dijo Lali.
-Pero necesito compañía -protestó Euguenia.
-Ven a cenar a casa con nosotros -dijo Peter.
-Lo siento, pero tengo que irme.Te importaría dejarme en una parada de autobus?
Era el momento de cortar toda conexión con Peter y Euguenia. Marianela había contratado los servicios de un abogado que se encargaría de la transferencia a su suegro y Lali no tenía por qué seguir haciendo el papel de su hermana. En cualquier caso, la propia Marianela informaría a Peter sobre ello y, probablemente, se reiría de cómo lo había engañado.
Como Lanzani no estaban acostumbrados a recibir negativas, los dos se quedaron mirándola con extrañeza. -Te llamaré -dijo Euguenia cuando Lali salió de la limusina.
Peter la miró, pero ella no le devolvió la mirada. El habría invitado a un chimpance a cenar si creyera que eso haría feliz a su hermana, penso con amargura.
Cuando volvía al apartamento, desanimada, Lali pasó por delante de la clínica y entró para pedir los resultados de sus pruebas. La recepcionista comprobó sus notas.
-Tiene que volver a venir.
-¿Para qué? -preguntó Lali, sorprendida-. ¿Es que han encontrado algo?
-Supongo que es lo normal en un primer embarazo -contestó la joven-. Si quiere, puedo llamar al doctor Goldman. Es imposible entender su letra.

2 comments: