Thursday, December 3, 2015

capitulo 44

En ese momento de pánico, sonó el timbre. Le sorprendió que no sonara antes el telefonillo, pero perdida como estaba en sus pensamientos, Lali abrió la puerta.
-En este edificio no hay ninguna seguridad -sonrió Peter-. El portal estaba abierto.
Lali se sentía abrumada de felicidad al verlo, guapísimo como siempre.
-Peter... -empezó a decir cuando pudo pensar. Acababa de darse cuenta de que Rama estaba en el apartamento. Rama, que no sabía nada de Peter. Pero Peter sí había oído hablar de Rama, el prometido de Marianela. Y si los dos hombres se encontraban... ¿qué explicaciones podría dar? Si Rama tenía que enterarse de que su prometida y ella habían intercambiado sus personalidades durante su estancia en Berlín, lo mejor sería que no se enterase por un hombre que la despreciaba tanto como Peter.
-¿Por qué me miras así? -preguntó él, entrando tranquilamente.
-Lo siento. No te esperaba -murmuró Lali, intentando buscar la forma de sacarlo de allí.
-¿Siempre estás tan rara por las mañanas? -sonrió él, cerrando la puerta.
Lali descubrió que no podía mirar los ojos verdes del hombre sin pensar que había concebido a su hijo. Y tener otro secreto que esconder de Peter era demasiado para Lali, que empezó a sentir náuseas.
-¿Te encuentras bien?
Ella salió corriendo al cuarto de baño. Estaba enferma, pero tuvo fuerzas para cerrar la puerta con llave.
-¡Lali, abre la puerta! -gritó Peter, impaciente, golpeando la puerta. Lali abrió unos segundos después, mareada-. ¿Qué habría pasado si te hubieras desmayado? -preguntó él, tomándola en brazos para llevarla al sofá-. Voy a llamar al médico. No eres una persona muy sana, querida. Creo que deberías hacerte un chequeo. -No, yo...
-Túmbate aquí -ordenó Peter, sacando el móvil del bolsillo-. ¿Cómo he podido criticar que no hayas trabajado durante mucho tiempo? Creo que necesitas ir a un médico.
-No necesito ningún médico -dijo Lali, intentando levantarse.
-Deja que yo te diga lo que necesitas -insistió él.
-Pero es que no sabes...
-Sé que no es normal estar de color verde.
-Estoy embarazada.
La confesión escapó de su boca sin pensar. Estaba tan agobiada, tan enferma, tan asustada... Peter dejó caer el teléfono sin querer, pero se recuperó enseguida. -Sí. Necesitas ver a un médico.
-Perdón, no quería molestar -escucharon otra voz masculina. Lali se había olvidado por completo de Rama, envuelta en el drama de haberle contado a Peter que estaba embarazada. Cuando se volvió vio a Rama saliendo del salón, avergonzado por lo que acababa de escuchar sin querer.
-¡Ahora entiendo que estuvieras tan rara cuando me viste aparecer! -exclamó Peter entonces. Su bronceada piel había adquirido un tono ceniza.
-Creo... creo que es el momento de explicarte algo -murmuró Lali, sabiendo que debía confesar toda la verdad-. Pero deberíamos ir a otro sitio porque es algo muy privado.

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