Saturday, February 20, 2016

capitulo 21

Lali llamó a su hermana, quien ahora vivía en un apartamento en Chiswick. — ¿En dónde estás? – preguntó Vickie — . ¡Llevo horas tratando de ponerme en contacto contigo! — Estoy en Londres, en el apartamento de Peter. — ¿Quieres decir que es verdad? No puede ser, ¡no puedes regresar a su lado! ¡Debes de estar loca para estar allí, después de lo que te hizo! — Vickie yo... — Iré a verte – la interrumpió Vickie. — No, no lo hagas – Lali le explicó lo de la fiesta. — ¡Tengo que verte! No entiendes...¡Oh, Dios!... – la respuesta casi histérica de Vickie al enterarse de que regresaba al lado de Peter sorprendió a Lali. Su hermana casi nunca perdía el control. — Te veré por la mañana antes de regresar a casa – le prometió Lali. Vickie soltó una carcajada. — Muy bien, te espero aquí. No es probable que algo devastador suceda entre hoy y mañana. Lali dejó el teléfono y fue a examinar el vestido azul que Peter mencionara. Era el tipo de vestido que antes no hubiera agradado a Peter. Lali lamentó al comprender que para él, ya no era una joven inocente. Cenó sola, mientras recordaba mucha otras comidas que hiciera sola mientras no dejaba de ver el reloj. No obstante, esa vez no esperaba a Peter con la impaciencia de una chiquilla enamorada. Estaba atemorizada por lo que sintió al estar en los brazos de Peter, lo cual probaba el punto de vista de él, respecto a que la dominaban sus respuestas físicas. Se mintió todo ese tiempo al decirse que lo odiaba. Se odiaba ella misma, por haberlo traicionado. Escuchó el ruido de la puerta principal mientras se arreglaba. El vestido era más encantador que cualquiera que hubiera usado. Sus senos lucían seductores bajo la hermosa tela. El color de la prenda dejaba sin aliento y contrastaba con su cabello. Tomó el bolso y la chaqueta y salió de la habitación. Peter entró en la sala minutos después que ella y la recorrió con la mirada. –Quítate la chaqueta, quiero verte. — No. ¿No llegaremos tarde? – preguntó Lali, sin aliento, pero lo obedeció para evitar que él lo hiciera. Permaneció de pie, sintiéndose como una esclava a la que están examinando. Peter no intentó ocultar que le agradaba. — Has madurado – comentó él y al notar su mirada sensual, de inmediato Lali volvió a ponerse la chaqueta. El soltó una carcajada — . ¿Por qué tan tímida? Ya casi tienes veinticuatro años. Lali nunca tenía citas, ni tampoco fue a la cama con otro nombre desde que se separara de Peter. Todo ese tiempo lo pasó controlando una parte esencial de su feminidad y suponía que por ese motivo, cuando las manos de Peter la acariciaron, su pasión despertó. Frustración... eso era y nada más tenía que mirarlo para recordar su cuerpo junto al suyo, su piel húmeda bajo la caricia de sus dedos. Su pulso se aceleró. En la cama nunca estuvieron distanciados, mas en los brazos de Peter estuvieron varias mujeres desde que la abrazara a ella. El aceptar esa cruel realidad, la hizo recobrar el control. A pesar del divorcio, Lali nunca dejó de pensar en Peter como su marido. El llevó a cabo su venganza en pleno, cuando Lali tomó por primera vez un periódico y vio su fotografía en un centro nocturno de Nueva York, acompañado de una hermosa mujer. Lali sintió celos, mas no merecía sentir esa emoción, puesto que ya estaban divorciados. Lali no conocía a nadie en la fiesta y Peter mantuvo un brazo a su alrededor todo el tiempo. Eran el centro de atención y él parecía contento por ello. Cuando una conocida columnista de sociales se acercó, sonriente, Peter le anunció sus planes de casamiento. — ¿Qué ha hecho desde su divorcio? – preguntó la periodista a Lali — . Desapareció de la escena social. Lali tragó su champaña y sintió ganas de reír al ver que Peter hablaba por ella, como lo hiciera en otras ocasiones esa misma noche. — Mi esposa estuvo viviendo en el campo – dijo Peter.

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