Monday, February 22, 2016
capitulo 33
Después de la cena, Lali comprendió que parecía que esperaban pasar la noche allí. El
café fue servido en el salón. Lali quedó sentada al lado de Athene y todos se apartaron un
poco para dejarlas hablar en privado.
— Tuvimos diferencias en el pasado – dijo Athene, e inclinó la cabeza — . Eres otra vez la
esposa de Peter y eso debe olvidarse. Quiero que sepas que no quise el divorcio y que le rogué
a Peter que reconsiderara. En nuestra familia nunca hubo un divorcio y tú esperabas a mi nieto.
Ahora que vuelvan a casarse, queda claro que Peter debió escucharme. No volveremos a hablar
de eso – dijo antes de que Lali pudiera hacer algún comentario.
La charla se generalizó y las otras dos hermanas de Peter, María y Contadina, se reunieron
con ellas. Como de costumbre, todos los hombres estaban al otro extremo de la habitación.
Lali comenzó a pensar que esa noche tendría que compartir una habitación con Peter.
— Ocuparás tus habitaciones de siempre – le informó Athene, tarde, y Lali sintió calor en
las mejillas.
Subió las escaleras ocultando un bostezo. La niñera residente habían llevado a la cama a
los hijos de Carina y a Santino. Le agradó descubrir que sus habitaciones estaban muy
cambiadas.
Qué desagradable debió ser para la presuntuosa Athene el que su hijo se casara con un
adolescente que no ocultaba sus sentimientos y que se lanzaba a sus brazos cuando él llegaba
a casa, sin importarle quién estuviera presente. Lali vivió ajena de las salidas a comprar y de
la vida social que llevaban las hermanas de Peter.
Una vez escuchó que Athene le decía a una amiga íntima.
— Peter... entre todos mis hijos... se casó con una joven común, sin educación, que no
pertenece a nuestra esfera. Siempre será una vergüenza para él. A dondequiera que va,
siempre llega tarde. Su gusto para la ropa es pésimo y chismorrea con la servidumbre...
al recordar esas palabras, Lali sonrió. En esa casa sintió muy sola y permitió que su
inseguridad creciera de manera desproporcionada. Athene, quien deseaba escogerle la novia a
Peter, sentía placer al señalar sus fracasos. Una vez que se mudaron a Florencia, Lali no
aceptó ninguno de los esfuerzos que Peter hizo para que su familia volviera a estar cerca de sus
vidas, y eso debió ser muy duro para él. Por supuesto que él pensara que Lali era poco
razonable y que Athene nunca fue maliciosa, estando él presente.
¿Por qué pensaba de esa manera? ¿Por qué veía sus propias faltas y disculpaba las de
él? El la olvidó y no quiso aceptar que ella no era ese tipo de esposa rica y desocupada.
Cuando Lali quedó embarazada, la sensación de estar atrapada fue mayor, pues Peter se
valió de su condición como excusa para mantenerla atada a la casa en Florencia durante
aquellos primeros meses. Vickie tuvo mucha influencia sobre Lali en esa época.
Peter entró en la habitación y se quitó la chaqueta, mientras Lali continuó leyendo una
revista.
— Esto no funcionará – dijo él — . No podemos vivir como extraños y esperar poder dar a
nuestro hijo un medio feliz.
— Debiste pensar en ello antes – respondió Lali.
— No – dijo Peter— le quitó la revista de las manos y la arrojó a un lado — . Tú debiste
pensar en eso antes de compartir mi cama hace unas noches. No podemos recriminarnos
siempre. Lo hecho, hecho está. Este matrimonio es un nuevo comienzo y no una continuación
de las hostilidades. No aceptaré nada menos. Eso es todo lo que tengo que decir por le
momento.
Peter entró al baño. Lali se dijo que ahora él comprendía que fue demasiado sincero al
demostrarle su desdén, su ira, y su necesidad de venganza, aquella noche en el apartamento.
Por supuesto que no quería una esposa que lo odiara, ni tampoco quería discusiones. Peter
podía darse el lujo de ser generoso ahora que había conseguido lo que Peter podía darse el lujo
de ser generoso ahora que había conseguido lo que quería. Al tomarla, sentía que su honor
estaba más o menos satisfecho. Si él podía convencerla de que estaba preparado para un
nuevo comienzo, sin mirar hacia el pasado, ¿por qué no lo hacía?
Peter podía ser encantador y fue hasta que ella lo ofendió cuando descubrió al verdadero
Peter que se ocultaba bajo esa superficie indulgente y sofisticada. Después de descubrir lo
despiadado que podía ser, no debía dejarse engañar por sus atenciones, no era posible que él
fuera sincero, no después de haberla intimidado para conseguir llevarla al matrimonio de
nuevo. Lali tenía que admitir que desde el momento en que llevó el anillo de Peter en su dedo otra vez, actuó con suma corrección, más eso era por el bien de Santino y de su familia. No podía
confiar en él, puesto que todavía la despreciaba.
Cuando Peter se acostó, Lali fingió estar dormida.
— Buenas noches – murmuró él sin acercarse a ella.
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