Wednesday, February 24, 2016
capitulo 45
— La gente del pueblo no es muy amistosa – comentó Hillary, una rubia — . Anoche nos
corrieron de la taberna porque Dave tuvo problemas con uno de los hombres. Nos dijeron que
ésta es una isla privada y un policía nos acompañó hasta el muelle, por lo que tuvimos que
levar anclas. ¿Te hospedas en la taberna?
Lali no quería decirles quien era, puesto que la aceptaron como a uno de ellos. Disfrutaba
escucharlos hablar su idioma.
— No, estoy en una casa privada, con mi marido.
— ¿Estás casada? – le preguntó Dave, quien primero le hablara.
— Tengo un hijo que tiene casi cuatro años – respondió Lali y rió.
— Con seguridad tu marido te robó cuando estabas todavía en la cuna – dijo Ann, la otra
chica — . La vida es demasiado corta para atarse tan joven.
— Eso depende del hombre – murmuró Lali. Hablaron de los sitios que habían visitado y
de los que querían visitar, antes que terminaran sus vacaciones.
— Me muero por beber algo fresco – le dijo Hillary a su novio— . Ve hasta el pueblo, la
tienda está en las afueras.
Dos de los hombres fueron al pueblo y Lali permaneció sentada, charlando con Hillary
acerca de Antiques Fayre. Ann decidió que estaba hambrienta y nadó hasta el yate. Lali
permaneció acostada sobre la arena. Debió quedarse dormida, pues lo siguiente que supo fue
que alguien jugaba con su cabello. Abrió los ojos y se encontró con Dave, quien estaba
inclinado sobre ella, demasiado cerca.
— ¿En dónde están los demás? – preguntó Lali.
— Convencí a Hillary para que se fuera – respondió Dave.
— ¿Por qué? – preguntó Lali y miró su reloj — . ¡Oh, no!...
Dave le tomó del brazo y le impidió ponerse de pie.
— Oh, no puedes irte – dijo él — . Viniste hasta aquí en busca de compañía y yo estoy
deseoso de dártela – sonrió de manera sugestiva — . Podríamos ir a algún sitio más tranquilo.
— ¿Estás loco? – preguntó Lali.
Antes que pudiera apartarse de él, el peso de Dave la detuvo contra la arena, mientras
colocaba una mano sobre su hombro e intentaba besarla. Atemorizada, puesto que él era más
grande y pesado que ella, Lali intentó levantar la rodilla, pero Dave fue apartado de su lado
con rapidez. Cuando Dave cayó sobre la arena, a cierta distancia, Lali se enderezó de
manera automática y de su boca escapó una exclamación de horror al ver que Peter levantaba a
Dave con una mano. El rostro de su marido tenía expresión de ira. Al ver que su puño golpeaba
a Dave, Lali gritó:
— ¡Peter...detente! – toda su vida odió la violencia y quería terminar con ese episodio, pero
no podía mover los pies porque paralizada por el temor. Al ver que Peter golpeaba al joven por
tercera ocasión, Lali sintió que una nube negra la rodeaba y cayó en la arena. Cuando volvió
en sí, estaba acostada en su cama y varias caras la miraban — . ¡Ese joven...oh, Dios!
Alguien le oprimió la mano y escuchó que a lo lejos Peter hablaba en italiano.
— El está bien, Lali – era la voz de su cuñada — . Ricky detuvo a Peter a tiempo.
— Pensé que iba a matarlo... – manifestó Lali. Carina se sentó en el borde la cama y
ordenó a la servidumbre que se marchara. Le dio vuelta a la toalla húmeda que Lali tenía
sobre la frente. Lali no podía dejar de temblar al recordar la manera como Peter atacó a un
joven de apenas veinte años. Se asió a la mano de Carina y dijo — : tienes que sacarme de
aquí... – murmuró con desesperación.
— ¿Qué sucede entre Peter y tu? – Carina estaba pálida y preocupada — . Un joven
intenta besarte en la playa y Peter pierde la cabeza. Nunca lo había visto perder el control, pero
mi hermano no te dañaría – Lali la miró desolada. Se sentía derrotada. Peter rompió el último
hilo que los mantenía unidos y Lali sentía la necesidad desgarradora y desesperada de
escapar de su dominio. Ya no le importaban Jeff y Vickie y sus esperanzas de que su
matrimonio sobreviviera — . Caminábamos por la playa para encontrarte. Siempre te olvidas
del tiempo...Peter reía, no estaba enfadado...
— Desearía que me hubiera golpeado a mí – dijo Lali sin escuchar.
— ¿Cómo puedes decir eso? Peter nunca te golpearía. Pensó que te estaban atacando,
cualquier hombre... – hizo una pausa — . No, no fue correcto lo que hizo. Nosotros vimos una
cosa y él vio otra. Nosotros vimos cómo la chica nadó hacia el yate, resultaba obvio que no
había nada dudoso, pero Peter... Peter siente muchos celos por ti.
Peter entró en la habitación, Lali ni siquiera quiso mirarlo y él palideció. Sabía que no la
dejaría en paz sin una explicación, por lo que comenzó a hablar de la hora que pasó charlando
con los turistas mas él la interrumpió diciendo: — Ah...hablas con extraños que ni siquiera son de tu clase. Turistas corrientes. Tal vez
olvidas quien eres, no perteneces a esa gente.
— Te hablé por primera vez en un ascensor – le recordó Lali.
— Eso fue diferente.
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