Tuesday, February 9, 2016
capitulo 25
-Sí que lo eres. Te metiste en deudas que no podías pagar ni por asomo. Es igual que robaracusó
Peter, haciendo una mueca de desdén- . Y como intentas convencerme a mí también,
creo que ha llegado el momento de poner punto y final a tus fantasías.
-¿Fantasías? -repitió débilmente Lali.
-¿Y las enormes fiestas? ¿Y la ridículamente cara decoración para un piso alquilado? ¿Qué
otra cosa pueden ser, sino fantasías? No me das ni la más mínima pena -le inform Peter sin
dudarlo-. Sé que tienes un cerebro, y sé que sabías exactamente lo que hacías.
-¡Pero esas fiestas no eran mías... y el apartamento tampoco! -interrumpió Lali.
-Supongo que pensaste que Alejo te pagaría las cuentas. ¡Qué susto cuando te enteraste de
que es pobre como las ratas y que depende enteramente de mí, verdad!
-Jamás pretendí una cosa así. Tienes una opinión tan odiosa de los demás, Peter, que
siempre buscas el lado malo, nunca, nunca el lado bueno de la gente.
Peter la miró desde su altura con los ojos fríos como hielo.
-Oh, estoy seguro de que no lo hiciste por maldad, pero tengo la certeza de que en algún
momento le habrás pedido un préstamo para salir del atolladero.
-Entonces, quizás deberías pedirle mis cartas -respondió Lali con toda la dignidad de que era
capaz-. Y a lo mejor deberías cerciorarte de que la información que tienes es la correcta.
-¿Y por qué va a ser incorrecta? -preguntó Peter secamente.
-Mi hermana dio esas fiestas.
-No tienes una hermana. No tienes ni un solo pariente vivo.
-Estoy hablando de mi hermanastra, Petra Sinclair, la famosa modelo. El apartamento era de
ella. Cuando llegué a Londres me fui a vivir a su casa y porque viajaba tanto abrió una cuenta
conjunta para que yo me ocupara de pagar todo. Luego las cosas salieron mal... - Lali sacudió
su dolorida cabeza como si todavía estuviese intentando averiguar cómo se había complicado
su vida.
-¿Petra Sinclair? -preguntó Peter sorprendido, pero Lali, inmersa en su historia, no captó la
extrañeza con que había formulado la eregunta.
-Petra decidió irse a Los Angeles a hacerse actriz y sigue allí... no sé dónde. Bueno, el tema es
que el gerente del banco, que fue muy amable... -enfatizó Lali y luego se hizo un lío tratando
de explicarle cómo ella había acabado teniendo que pagar las deudas de su hermana.
-Si lo que dices es verdad, entonces Leticia Zane sabía que Petra Sinclair era su cliente y no
tú.
-Por supuesto. Pero cuando se enteró de que Petra se había marchado de Gran Bretaña, se
puso furiosa. Creo que no me creyó cuando le dije que no tenía la dirección de Petra.
-Seguro que no, aunque puedo averiguarlo -advirtió Peter, pero en su voz se notaba que la
creía.
-Averigua todo lo que quieras. No tengo nada que ocultar.
A medida que Peter le hacía más preguntas, la cara se le ponía más seria.
-Retiro lo que he dicho sobre tu cerebro -dijo por fin-. Te falla en técnicas de supervivencia y
sentido común.
-No comprendes. Petra se sentía muy mal por el tema, pero con la mudanza a Los Ángeles se
había quedado sin dinero. Si supieras qué generosa fue cuando mi madrastra estaba
enferma...
-¿Ah, sí? -por algún motive Peter sonó muy sorprendidq.
-Fue absolutamente fantástica, y yo le estoy muy agradecida. Es una bellísima persona. A
veces un poco irreflexiva, pero muy generosa y buena con todo lo que tiene. Cuando lo tiene,
quiero decir -concluyó, un poco confusa.
-Generosa... buena -dijo Peter, estudiándola como si fuese una extraña forma de vida que
nunca había visto antes. Una mezcla de reticente fascinación e incredulidad contenida se
combinaba en sus facciones-. Supongo que la querrás mucho.
Lali asintió. Se daba cuenta de la incredulidad de Peter, pero, contrariamente a él, creía en
tomar a la gente como era. Los errores de Petra no influían en absoluto en su cariño por ella.
Tampoco le había reprochado nunca que no se personara durante la larga enfermedad de su
madrastra. Petra y su madre no se llevaban bien en absoluto y Petra jamás podría haberla
cuidado como se merecía. Por el contrario, Lali quería mucho a su madrastra y deseaba
hacer todo lo posible para agradecerle que le hubiese dado su cariño como si fuese su
verdadera hija. Peter bajó su mirada a los ojos , abrió la boca y finalmente la volvió a cerrar. Pero
luego la curiosidad fue mas fuerte.
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