Thursday, February 25, 2016
capitulo 48 y 49
— ¿Te sientes bien? – le preguntó Carina durante el desayuno — . Estás muy pálida.
— Pasé una mala noche – respondió Lali y estudió la mesa. Se sentía como si alguien le
hubiera pintado una cruz en la frente y no quería mirar la dirección a Peter. Recordó todo su
sufrimiento durante los meses cuando a Santino. Si Peter descubría lo que le sucedía, no la
dejaría ir.
Mas tarde, nunca supo cómo pudo soportar el viaje en el helicóptero. Cuando esperaba a
Santino, sufría de náuseas hasta al viajar en coche, pero lo peor de todo era el viajar en avión.
Durante el viaje a Roma, su mente no pudo controlar las náuseas y pasó la mayor parte del
viaje en el baño.
Carina murmuró algo respecto a la comida en mal estado. Peter estaba muy pálido y
silencioso, después de una mirada de reproche de Lali. La única vez que la vio con náusea
durante un vuelo fue cuando estaba embarazada de Santino, por lo que él no necesitaría
demasiada imaginación para sospechar la causa.
Peter insistió en cargarla al bajar del avión. El ya había recuperado el color, aunque tenía
expresión de culpa, lo cual le dio un gran placer a Lali. Un médico la esperaba en la casa.
Carina la ayudó a acostarse.
— Yo nunca estuve así – dijo Carina — . Resulta difícil estar contenta cuando te sientas tan
enferma.
— No siempre es igual – dijo el médico — . Ningún embarazo es igual a otro. Puede haber
pequeñas similitudes, pero con descanso y calma, gozará de excelente salud esta vez.
Lali se sentía miserable. Tan pronto como el médico se fue y las hermanas de Peter y
Athene la dejaron sola, después de darle consejos, Lali se volvió y empezó a llorar sin
consuelo. ¡Qué sencillo resultaba para los demás hablar acerca de la alegría de la maternidad,
cuando no habían vivido un purgatorio como el que le esperaba durante los siguientes ocho
meses, puesto que su matrimonio ya no era tal.
— El médico quiere que permanezcas en cama durante unos días – le recordó Peter.
— ¡Te odio! – exclamó Lali.
Peter tenía el cabello alborotado, la corbata floja y se notaba su tensión. Lali se dijo que él
no la amaba, que volvería a abandonarla en Florencia para que sufriera lejos de él. Ese médico
no sabía de qué hablaba al decir que las cosas serían diferentes esa vez.
— Comprenderás...debes entender que no puedo estar de acuerdo con un aborto –
manifesto Peter y la miró — . No podía vivir con eso. Desearía poder, mas no puedo. Tal vez
sea una falsa alarma – parecía como si deseara que así fuera.
¿Qué clase de hombre era para pensar en una solución así? Lali sintió horror. Una vez
más, Peter estaba condenado a la paternidad con una mujer a la que no amaba, a la que no
podía respetar y con quien no podía vivir.
— Nunca te perdonaré por mencionar esa posibilidad – murmur Lali — . ¿Cómo pudiste
pensar en eso aunque fuera por un momento? ¿Cómo puedes decir algo así?
— ¿Yo? – preguntó Peter perdiendo su control habitual. Habló tan fuerte que ella levantó la
cara para mirarlo — . Yo...¿yo no quiero a mi propio hijo? ¡Estoy feliz! Y no me disculparé por
ello. Esta vez observaré cómo crece mi hijo, esta vez no estaré lejos.
Era las once de la noche cuando Peter volvió a aparecer.
— Tomaré tiempo libre para asegurarme de que te cuides – anunció él con agresividad en
la oscuridad — . Si pudiera sufrir por ti, lo haría, pero no puedo. No quiero que pienses que te
dejo sola le asió el cuerpo con manos firmes y deslizó los dedos sobre su vientre en un
movimiento muy revelador — . ¿Cuándo lo sabremos? – preguntó con impaciencia.
La abrazaba, el niño le inspiró una actitud de preocupación. Lali comprendió que estaba
contento.
Durante los días siguientes, Peter tuvo muchas atenciones con Lali. Le regaló ropa de
dormir primorosa, los últimos libros y se aseguró de que ella no moviera ni un músculo.
Parecía que la mantendría acostada durante los veinte años siguientes. Una de las hermanas
le regaló a Peter un libro sobre embarazo y después de leerlo, un simple dolor de cabeza de
Lali habría bastado para que se apresurara a llevarla al hospital más cercano.
— ¿Te estás muriendo? – le preguntó una tarde Santino — . Escuché que la abuela decía
que papá pensaba que te estabas muriendo.
Al escucharlo, Lali rió. El comentario del pequeño la hizo ver el aspecto gracioso de la
sobreprotectora actitud de Peter. Cuando llegó el médico, Lali le pidió que hablara con su
marido. De otra manera, él nunca creería que estaba en condiciones para viajar a Florencia.
Una hora más tarde, apareció Peter.
— A mí no me pareces saludable – le dijo Peter — . ¿He exagerado?
Lali comprendió que era culpa de ella que actuara de esa manera, ya que en numerosas
ocasiones comentó sus sufrimientos durante su primer embarazo. A Lali no le gustaba lo que
ahora sucedía, pues él parecía muy preocupado por el niño y ella no era una inválida.
— Creo que el médico tiene razón – dijo Lali — . No va a ser un embarazo semejante al
anterior, además, en el primero, tampoco hubo peligro de perder a Santino.
— ¿Por qué tiene que ser de esa manera? – preguntó él con amargura — . Lo único que te
pido es que tengas al niño y que lo ames, aunque sea mi hijo.
Lali parpadeó para controlar las lágrimas.
— No tienes que pedirme eso, Peter. ¿No comprendes? Sentí pánico y es probable que mis
nervios me hicieron sentirme enferma. No tienes que sentirte...
— ¿Culpable? – preguntó él con mirada sombría — . Aquella noche no cuidé de ti, sólo
pensé en mis necesidades. No era necesario que esto sucediera.
— Peter, yo también soy una persona adulta. Yo tampoco pensé y no es...no tiene que ser
un desastre – aseguró Lali — . Los dos queremos al niño, ¿no lo comprendes? Eso es algo
que podemos compartir.
— Será lo único que compartamos – señaló él y frunció el ceño — . Viviremos separados
en la misma casa. Eso es lo que quisiste desde un principio y no fue razonable de mi parte el
exigir más.
— ¿No fue razonable? – preguntó Lali — .
— Así es. Tú viste con más claridad que yo. Esperemos que seamos mejores amigos que
amantes, eso será menos explosivo.
— ¿Amigos? – preguntó Lali y apretó la mano sobre las sábanas. Peter soltó una
carcajada.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment