Saturday, February 20, 2016
capitulo 22
— Vendiendo antigüedades – añadió Lali— . Para poder... – sus ojos se encontraron
con los de Peter y de inmediato calló. Peter hizo algún comentario sobre el alocado comentario
de su esposa, mientras Lali estudiaba la alfombra y se sentía como una niña a la que acaban
de castigar en un rincón.
— No vuelvas a hacer eso – le ordenó Peter, cuando la periodista se alejó — , y ya no
tomes. Ya bebiste suficiente. Me sorprende que toques alcohol después...
Lali se estremeció y luego de un momento, él añadió:
— No debí haber dicho eso. Pido disculpas – era una disculpa glacial. Para él la infidelidad
de Lali estaba muy fresca y siempre sería igual.
— Nunca volverás a confiar en mí, ¿no es así? – musitó Lali.
— No confió en ti – respondió él — . No me agrada decírtelo, mas como creo que...
genuinamente lo lamentas...
— Quieres decir que en realidad crees eso? – preguntó Lali. La vergüenza no ahogó a la
ira — . Te hubieras sentido más feliz si me hubiera arrojado a un precipicio, Peter. Esa es tu
idea genuina del arrepentimiento y casi conseguiste tu deseo. Si no estuviera embarazada,
yo...yo...
Peter palideció.
— No hables de esa manera – le ordenó.
— No, no quieres oírlo. No quieres escuchar cómo te vengaste entonces. Nunca olvidaré
cómo me humillaste...y tampoco te perdonaré, Peter.
La condujo hasta el vehículo y pidió a una doncella que le llevara la chaqueta de Lali,
mientras con cortesía agradeció la hospitalidad a los anfitriones. Lali notó que la periodista
observaba su partida y se ruborizó sin poder evitarlo, lamentando su pérdida de control.
Sin embargo, no podía mantener la cabeza siempre baja por el remordimiento, mientras
escuchaba los comentarios de Peter. Ella sólo era humana y el problema era que Peter no lo
era. A pesar de que la amaba, la castigó de una manera que todavía la hacía estremecerse.
— ¡Nunca me perdonarás! – exclamó Peter con burla, cuando estaban en el coche — .
Arruinaste nuestro matrimonio. Te emborrachaste y te entregaste a otro hombre mientras
esperaba a mi hijo. ¿Debo disculparme por no poder perdonarte? Sabía que no podría
perdonarte y me mantuve lejos de ti por tu seguridad. Esperabas un hijo y podrías perderlo. Tal
vez fui duro contigo...
Lali se mordió con fuerza la lengua y sintió la sangre en la boca.
— No hay tal vez... casi me destruiste. Yo te amaba.
— Si me hubieras amado, nunca hubieras permitido que otro hombre te tocara, estuvieras
ebria o sobria – manifesto Peter — . No me hables de amor. Estabas encaprichada y una vez
que la novedad terminó, quisiste recobrar tu libertad.
— Eso no es cierto... Era infeliz, mas nunca lamenté haberme casado contigo – aseguró
Lali.
— Pues créeme – dijo él con crueldad — , yo sí lamento haberme casado contigo.
¿Qué clase de relación iban a tener en el futuro? Peter siempre la recriminaría por el pasado
que ella no podría borrar y ella lo odiaría por la poca por la poca verdad que hubiera en sus
palabras. Era un círculo vicioso.
Peter suspiró y añadió:
— No deseo hablarte de esa manera. Acepto que también cometí errores. En lugar de
ceder ante el deseo que sentía por ti, debí decidir que el noviazgo fuera más largo y así
adaptamos a las diferencias que había entre nosotros. Eras demasiado joven e insegura y yo
fui demasiado egoísta e intolerante. Debí comprar una casa para nosotros en Inglaterra,
habrías tenido a tu familia cerca y yo no hubiera sentido la necesidad de hacer el papel de
padre y amante al mismo tiempo. Esa combinación no funciona, no me gustó hacerla, mas yo
me busqué el problema.
Su declaración la sorprendió. Antes, Peter nunca admitiría que no era perfecto.
— Yo te amaba – insistió Lali, no sabía por qué ahora era muy importante que él
aceptara ese hecho. Peter le sonrió con cinismo.
— Por última vez, no quiero oírte hablar de amor. El amor no nos condujo a nada en el
pasado. Si fue amor, fue un sentimiento poco profundo y sensiblero. Lo único que deseo de ti
ahora, es que ante la gente finjas ser esposa y madre. Eso no será demasiado para tu
ingenuidad – dolida, Lali volvió la cabeza. Cuando entraron en el apartamento, Peter preguntó
— : ¿Quieres tomar la última copa?
Ella negó con la cabeza.
— Iré a mi habitación – murmuroLali — . Como dicen, la función terminó.
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