Tuesday, June 9, 2015

capitulo 35

-Pues yo sí -contraataco Lali con vehemencia-. Era mi paraíso idílico preferido: una playa a la luz de la luna, un guapo extranjero haciéndome justo los comentarios correctos y... ¡zas!, de pronto estamos en la cama.
-¿Qué estás tratando de decirme?
-Que los dos nos olvidamos de quienes somos - afirmó Lali escueta.
-¿Y qué somos, aparte de dos personas que se desean mutuamente? -exigió saber Peter.
-¡Yo soy una simple trabajadora, y tú eres un magnate de las finanzas griego! ¡Deja ya de endulzar la píldora! -se exasperó Lali-. ¡Yo podría haberme pasado la vida limpiando la planta de arriba y tú no me habrías visto jamás!
-Sí te hubiera visto...
-¡No, no me habrías visto! ¡La gente como tú nunca
mira realmente a nadie como yo!
-Pero ahora que te he mirado no voy a echarme atrás -la interrumpió Peter insistente-. Y en cuanto a eso de que eres una simple trabajadora me hará muy feliz arreglarlo.
-¿Crees que es un problema? -preguntó Lali divertida-. ¿De qué estás hablando?
-Quiero que continuemos con esta fantasía, me las arreglo bien con las fantasías -confesó Peter con calma mientras la rodeaba con los brazos por la estrecha figura-. Creo que eres adorable, yineka mou.
-¿A...adorable? -repitió Lali débilmente.
-No hace falta que trabajes -murmuró Peter con una voz íntima y ronca que pareció encender chispas en la piel de Lali - . Te compraré un apartamento y...
-¿Un apartamento? -tartamudeó Lali atónita e irritada.
Peter deslizó un largo dedo por la barbilla de Lali, alzó su rostro y miró hambriento sus enormes ojos.
-Yo soy griego. Quiero cuidarte en todos los sentidos. Pareces sorprendida, ¿por qué? En
Chindos te dije que tenía planes para ti.
Lali estaba seria. Abrió la boca, pero ningún sonido salió de su garganta. Al segundo intento consiguió pronunciar, en un tono demasiado alto: -Deja que trate de comprender lo que dices... ¿me estás pidiendo que sea tu amante?
-Sí, te estoy pidiendo que sigamos viéndonos -replicó Peter con frialdad.
-Que sea tu juguete... -añadió Lali casi incapaz de respirar, al borde del colapso, sin saber si echarse a reír o a llorar.
Peter escrutó la expresión de reproche de sus ojos negros.
-No, no es eso lo que deseo que haya entre nosotros.
-¿Le pedirías a una mujer de tu misma clase social que fuera tu amante? -exigió saber Lali, que no pudo resistirse a hacer la pregunta.
-Tú eres la única mujer a la que se lo he pedido nunca -contestó Peter echando atrás la cabeza arrogante.
-Pues lo siento, pero no estoy disponible -replicó Lali sin asomo de arrepentimiento.
Peter deslizó los dedos por la melena plateada haciéndola su prisionera.
-Estás atrapada, sólo que ahora mismo eres incapaz de admitirlo. Tú me deseas tanto como yo...
- En este preciso momento podría darte un buen puñetazo.
- Veamos, ¿quieres que probemos?
-¡Peter, no...!
Pero Peter apretó sus labios contra los de ella. Y después introdujo su lengua en la tierna boca de Lali en una experta exploración carnal. La
penetró y retiró la lengua haciendo que todas las células del cuerpo de Lali ardieran recordando el modo en que la había invadido en una ocasión.

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