Thursday, June 4, 2015

capitulo 43

Peter se sirvió otra copa de vino y se quedó pensativo.
—Si nos casamos, no quiero ninguna tontería de ésas del tipo del sexo es un pecado cuando tú disfrutas tanto como yo. Y si alguna vez intentas darme celos de nuevo con otro hombre, te avergonzaré tanto que no repetirás el experimento en toda tu vida. Nunca muestres nuestros problemas personales en público.
Lali había cambiado de color varias veces durante el corto sermón, pasando desde la vergüenza
a la rabia y de nuevo a la vergüenza.
—¡Tú me pusiste en el otro extremo de la mesa aquella noche!
—Por supuesto que lo hice. Te coloqué al lado de Natalie, que no para de hablar. Era una cena de
negocios. Y, lo creas o no, te había colocado al otro extremo de la mesa para tu propia comodidad.
Lali se sonrojó.
—Nos casaremos en la capilla privada de Templebrooke. Todavía está en uso. Los de la prensa se llevarán un disgusto, pero no habrá ni una sola foto. Vico y Stefani serán nuestros testigos. Pediré una licencia de matrimonio especial. El hermano pequeño de Freddy, Ned, es ahora obispo y solucionará lo de la licencja y celebrará la ceremonia.
Lali estaba sin aliento.
—Parece que lo tienes todo pensado.
—Llevarás algo alegre. Nada que se parezca ni remotamente a un vestido de novia que nos traiga
recuerdos desagradables —terminó Peter sin rodeos.
Y entonces cambió simplemente de tema para pasar a contarle lo del hombre que había arrestado la policía por sabotaje. Un antiguo empleado con un historial de problemas mentales ahora devastado al saber que su acción había costado una vida humana.
—Verás, es una imprudencia hacer juicios acerca de la gente —comenté Peter con la mirada particularmente intensa—. Las personas raramente son lo que parecen, pero debo decir que Benjamin fue bastante sincero en su intento de ayudarnos.
—Eso ya lo sé, así que, ¿a qué te refieres?
Peter esbozó una lenta y firme sonrisa.
—Lo eché directamente y lo invité a que fuera a verte a casa y funcionó, ¿verdad, cariño?
Mientras Lali asimilaba las ramificaciones de aquella afirmación, se sonrojé de rabia.
—¿Cómo te atreves a usar a Benjamin de esa manera?
—Por supuesto que, con el tiempo, hubieras acabado cayéndote del caballo tú sola, pero es preferible que nos casemos con rapidez antes de que sea demasiado patente que lo hacemos porque estés embarazada —murmuré con suavidad—. Siempre he pensado que una novia bastante embarazada da la impresión de que el novio va a regañadientes al altar.
Stefani se quedó con la boca abierta cuando vio el traje de Lali. Era de color escarlata, sin mangas
y unos cuantos centímetros por encima de la rodilla.. No había nada nupcial en el bajo de encaje.
—Estás magnífica —concedió por fin su cuñada—. Sólo que hubiera creído que a Peter le gustaría algo más... tradicional.
Pero a Peter no parecía gustarle ella ya, pensó Lali con desesperación. Desde su vuelta de Italia, ni siquiera había entrado en su habitación. ¿Era porque estaba embarazada ó porque ya no le atraía sexualmente? Había trabajado tantas horas durante los cinco días anteriores que ella apenas había tenido tiempo de verlo, pero había tenido mucho tiempo para pensar en sus propios errores de juicio.
Ahora veía con toda claridad que debía haberse quedado y haber hablado con él en la casa de Fredy y que había utilizado el problema de Vico para evitar llevar el encuentro en su oficina a un terreno más personal. Peter lo había reconocido como chantaje y había actuado en consecuencia.
Aunque Peter le había asegurado que lo que había pasado entre ellos era infinitamente más importante que una aventura de una noche, ella no había querido escucharle a menos que ayudara a su hermano. ¿Y qué había sido eso salvo chantaje?, concedió avergonzada ahora. Porque por mucho que ella quisiera a su hermano, Peter había tenido toda la razón en decir que Vico no era asunto de su conciencia.
—No tienes ni idea de lo que tienes, Lali —Stefani se paseó despacio por la fabulosa habitación tocando la madera pulida con reverencia. ¿Cómo pudiste en una ocasión abandonar todo esto? ¿Y a Peter? Es un hombre tan atractivo y encantador... ¿y qué si lió un poco las cosas la otra vez?
—¿Lió un poco las cosas? —repitió Lali con incredulidad.
—Bueno, yo creo que su prima simplemente se arrojó a sus brazos y tú llevaste las cosas al límite con ella en tu noche de bodas —Stefani suspiró—. Y si se había acostado con ella antes, debió de ser fácil caer de nuevo. Allí la tenía, con los brazos abiertos, probablemente diciéndole cómo lo amaba y lo apreciaba. Los hombres pueden llegar a actuar como niños mimados cuando hieres su ego.
—Peter tiene un ego a prueba de bombas. No puedo imaginar nada que pudiera reducirlo al nivel
de un escolar malcriado —objeté Lali paseándose inquieta de un extremo a otro de la habitación. —Simplemente no creo que ya debas recriminarle el pasado, Lali.
-¡Yo no estoy recriminado el pasado!
A Lali le sorprendío escuchar a su a su pacífica cuñada hablar con sorprendente autoridad
acerca del sexo masculino.
- Debes asegurarte de que esto es un nuevo comienzo para los dos.

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