Wednesday, June 10, 2015

capitulo 43

-Tu madre sí que soportó bien esa presión...
-Sólo porque le asustaba terriblemente lo que hubiera podido ocurrirle de haberlo hecho -rió Lali-. Ni siquiera se daba cuenta de que mi padre no quería que yo naciera. Él le dijo que no iba a poder soportar verla como a una madre soltera, y ella lo creyó.
-Nunca terminaste de contarme la historia.
-No tuvo un final feliz.
-¿Y bien?
Lali levantó la cabeza y lo miró. Luego contestó:
-Mi madre fue su amante durante dieciséis años...-Peter silbó-. Así que no diste en el clavo precisamente cuando me hiciste esa oferta - señaló Lali con una leve sonrisa -. Aunque al menos tú no estás casado con otra... -Peter estaba perfectamente inmóvil, con los párpados entrecerrados-. Bueno, no era eso lo que yo hubiera deseado oír, pero supongo que fuiste sincero, cosa que él nunca fue...
Peter se puso tenso y apretó el abrazo. Lali se sintió de nuevo completa. Y comprendió que el lazo que la unía a Peter era más fuerte de lo que pensaba.
-Tienes razón - murmuró él-. Cuando te pedí que fueras mi amante no estaba pensando en ti. Sólo quería que volvieras a mi cama, ésa era la razón.
-Bueno, pues no quiero ser tu amante -susurró ella temblorosa, hambrienta del roce de su piel-. Pero sí que quiero estar contigo esta noche...
Peter no fue capaz de ocultar su sorpresa. Atónita ante su propio atrevimiento, Lali se ruborizó sin saber muy bien de dónde salía aquella confesión. -No te merezco, Lali -aseguró Peter tomándola en brazos.
Lali enterró el rostro en su hombro y se vanaglorió de su fuerza física. En aquel instante lo único que deseaba era estar con él. Peter la dejó sobre un diván en un dormitorio escasamente alumbrado y le quitó las botas. Luego se enderezó con gracia y comenzó a desvestirse. Lali, observándolo, ardía en deseos de estar con él. Se quitó los pantys y el jersey y lo escuchó decir:
-Espera, eso quiero hacerlo yo.
Lali sintió que se le secaba la boca viéndolo acercarse desnudo, con su sexo completamente excitado. Peter le desabrochó el sujetador. Los ojos verdes de él ardieron de tentación ante aquella carne rosada. Pero de pronto Peter gimió: -¡Cristos... no debería de estar haciendo esto!
Lali frunció el ceño. Tras aquel ataque de rabia Peter levantó la mirada y contempló sus labios abiertos y la expresión confusa de sus ojos negros. Y de pronto pareció tomar una decisión. Tomó las
manos de ella y la estrechó entre sus brazos. Y poseyó su boca con crudó, ardiente anhelo. Lali jadeó. Después él comenzó a quitarle el resto de la ropa.
-Te quiero toda entera -dijo él haciéndola recostarse sobre las almohadas y dejando que sus seguras manos acariciaran los sensibles pechos de ella -. Pero con tranquilidad, pethi mou. Lali sintió una excitación recorrer todo su cuerpo incluso antes de que él acariciara sus prominentes pezones. Sólo pudo gemir y jadear y levantarse para tirar de él y volver a besarlo en la sensual boca. Dejó que sus dedos se detuvieran en el estómago plano mientras sentía cómo los músculos del torso de Peter se tensaban al acariciarle el vello.
Peter sonrió al ver la audacia que mostraba Lali y se tumbó para observarla con ojos esmaralda, dejando que lo explorara. Y después la atrajo a sus brazos con lento erotismo y le enseñó lo que más le gustaba. Lali, tensa e insegura como estaba, se dejó llevar por una intensa necesidad de darle placer.
-Basta -gimió Peter al poco rato, levantándola con poderosos brazos para besarla apenas sin aliento y escrutar su rostro-. Aprendes demasiado deprisa.
-¿En serio? -preguntó Lali temblorosa. Se apoyó sobre el torso plano de él y se dejó llevar por los
besos. Peter rodó por la cama y comenzó a acariciarla hasta volverla loca. Nada existía para ella excepto Peter y aquella tumultuosa necesidad que la poseía.

1 comment: