- Él no me ama... la ama a ella. —susurró Lali con tensión- ¿Qué nuevo comienzo es ése?
—Si la amara a ella, ya se habrían casado después de que tú te separaras. Sólo estás buscando problemas—dijo Stefani con preocupación—. Eso está ya acabado y en el pasado, Lali.
Lali se quedó mirando sin ver por uno de los ventanales con el corazón acelerado y la garganta seca. ¿Pertenecería de verdad al pasado? ¿Se habría acabado de verdad alguna vez? ¿Se moriría alguna vez aquel tipo de amor frustrado e imposible? Stefani no sabía de qué estaba hablando. Pero lo cierto era que Lali nunca le había contado a nadie lo que sospechaba. Un secreto que ligaba a Peter y a Euguenia en una relación que nunca podría ser lo que ellos deseaban...
Si Riccardo Lanzani había tenido una aventura con la hermana de su mujer, Meriel, y era el padre de su única hija, quería decir que Euguenia era hermana de Peter. Incluso aunque sus certificados de nacimiento dijeran otra cosa y aunque nadie pudiera demostrar nunca la verdad, sabía que Peter nunca se aprovecharía de aquella tapadera para vivir una vida incestuosa.
No podía olvidar su desdén en aquella misma habitación cuando le había dicho que su estrecha mente no podía asimilar que el sexo no era el factor dominante en todas las relaciones entre un hombre y una mujer. Era posible que él hubiera resistido la tentación y que nunca hubiera tenido una relación íntima con Euguenia. Tal vez hubiera interpretado demasiado en aquel trozo de conversación que había escuchado.
¿Podría ser que Peter sólo hubiera estado intentando calmar a Euguenia con la promesa de que a pesar de su matrimonio, siempre estaría disponible para ella? ¿Podría de verdad él haber estado intentando darle una oportunidad a su matrimonio? Pero Euguenia había estado decidida a no dejar partir a Peter sin luchar y Lali se había quedado tan conmocionada por lo que había oído que se lo había arrojado a sus brazos: ¿O no era eso lo que había hecho? Escaparse corriendo, no dejarle hablar y romper su matrimonio. Se había encerrado ella sola en su dolor y en su amargura, enorgulIeciéndose de su obstinada inflexibilidad Pero era Peter el que se había ido de casa y se había pasado toda la noche en la de Euguenia... Si tenía que creer que no habían tenido un encuentro íntimo, ¿qué diablos habían estado haciendo?
Por primera vez, una sombra de duda respecto a la culpabilidad de Peter había entrado en su mente. Por primera vez, quería y necesitaba saber lo que había sucedido de verdad aquella noche, por muy mal que le hiciera sentirse.
Hacía frío en la antigua iglesia de piedra. Lali avanzó por el corto pasillo mientras Peter se daba la vuelta en el altar para mirarla. Sus brillantes ojos verdes se abrieron y brillaron mientras deslizaba una mirada rápida de aprecio por su atuendo.
La sencilla ceremonia terminó con rapidez. El tío abuelo de Peter, Ned, estaba impresionante con su vestimenta, pero tenía un carácter animado y relajado y se reía mucho. Lali no podía concentrarse en absoluto. El corazón le latía muy aprisa. «No tiñas de romanticismo a este matrimonio», se advertía sin cesar. «El se está casando contigo por el bebé y realmente no ha cam-biado nada».
Mientras salían de la capilla, Peter se quitó la chaqueta para pasársela a Lali por los hombros.
Ella alzó la vista para mirarlo. Sintiéndose tímida de repente.
—Me temo que no conté con la temperatura cuando compré el vestido.
—Estás —susurró él con voz sensual— absolutamente deliciosa.
Ogden les sirvió el champán en el salón. Lali apenas podía apartar la mirada de Peter y él tampoco de ella. Vico y Euguenia abandonaron la reunión mientras el tío abuelo hablaba sin cesar de las colecciones de porcelana de Templebrooke. Peter también era coleccionista para seguir con la tradición de los Brooke. Una regular procesión de expertos de todo el mundo acudían con citas especiales a contemplar la maravillosa colección almacenada en cuatro habitaciones especialmente preparadas para ella en el ala oeste de la mansión.
—Me gustaría ver esa pareja reunida antes de irme—estaba diciendo Ned con determinación.
—Por supuesto.
Peter hizo una leve inclinación de cabeza y Ogden cruzó la habitación en respuesta a aquella instrucción silenciosa.
—¿Cuántos años han estado separadas? —preguntó Ned.
—Desde que yo nací.
—Supongo que ni siquiera sabrás de qué estamos hablando, querida —el tío abuelo esbozó una sonrisa de disculpa hacia Lali—. El padre de Peter y mi hermano mayor jugaron una partida de póquer un día. Richard estaba presumiendo del más magnífico par de vasijas de Kaikemon que acababa de comprar a un gran precio para la colección de Templebrooke.
—Freddy le despreció por comprarlas sólo para de mostrar que podía permitírselo —intervino Peter—. Mi padre no apreciaba las vasijas como obra de arte.
—El loco de mi hermano apostó todo lo que poseía sólo por una vasija —continué Ned—. ¡Y
ganó! Richard le ofreció un precio fabuloso para que la vasija siguiera en la colección.
—Pero Freddy prefirió llevarse la vasija a casa —ter miné Peter con un tono seco.
mas :)
ReplyDeletemaaasss <3
ReplyDeleteOtrooo
ReplyDeleteMas daleee
ReplyDeleteMásssssssss ya falta poco para que se descubra la relación de petet y eugr
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