capitulo 49

-Creo que Candela te ha visitado -dijo ácido-. Ha sido muy generosa de su parte, pero claro, no se podía esperar otra cosa de ella.
-¿Generosa? ¿Estás loco o es que eres tonto?
Peter se quedó muy quieto. De sus rasgos emanaba una expresión de disgusto que dejó a Lali helada. -Te ha ofrecido su apoyo, y tú te has mostrado ofensiva y mal educada. No me ha gustado nada tener que disculparme por tu comportamiento. -¿Disculparte por mi comportamiento? -repitió Lali comprendiendo de pronto que había subestimado a la morena. ¿Acaso era apoyarla ofrecerle dinero para abortar? Era evidente que Candela le había contado a Peter su versión antes que ella, pero no podía dejar de preguntarse qué le importaba eso a ella-. Me ofreció un millón de libras a cambio de que abortara.
Peter se quedó observándola durante diez segundos con enormes ojos verdes llenos de incredulidad. -Si tienes que mentir al menos trata de inventarte algo más verosímil y menos melodramático. Candela nunca caería tan bajo.
Lali se quedó mirándolo en amargo silencio, atónita ante la seguridad que él mostraba.
-Realmente te la mereces -dijo en un duro tono-. Y si es tan especial, ¿por qué has estado conmigo?
Peter se quedó helado.
-No voy a discutir sobre Cande contigo, Lali. -¡Es una lástima que a mí no me tengas el mismo respeto que a ella! -soltó Lali tan ciega por la ira que apenas era capaz de pronunciar palabra. Un ligero rubor subió a las mejillas de Peter, tensas.
-Lo mínimo que le debía a Candela era una explicación sincera.
-¡Pero a mí ni siquiera pudiste mencionarme su existencia! ¡Deberías de haberte dado cuenta de que el día del funeral de tu padre yo ni siquiera tenía idea de quién era! -lo condenó Lali apasionadamente -. Creí sencillamente que era una pariente...
-Es pariente lejana -concedió Peter.
-¡Qué bien! ¡No es de extrañar que no me la presentaras! ¡Qué relación tan enrevesada la vuestra! ¡Si ella hubiera sido una persona más amable hasta podría haberme compadecido de ella por estar tan desesperada por cazarte!
Peter posó una mirada esmeralda y brillante sobre Lali, una mirada que parecía echar fuego.
-No voy a seguir escuchando cómo la injurias. No sabes de qué estás hablando.
-Y si fuera por ti nunca lo sabría, ¿no es eso? -rió Lali desgarradamente-. Pero ahora ya no importa. Confié en ti. Pensé que eras un hombre libre.
Nunca me hubiera relacionado contigo de haber sabido que ella existía.
-Candela y yo no somos amantes -declaró Peter serio-. En realidad nunca había hablado de matrimonio con ella hasta anoche. No obstante nuestras familias siempre pensaron que nos casaríamos. -¿Y por qué diablos no te casaste con ella cuando te lo dijo tu padre?
-Me irritaba la presión que él ejercía sobre mí, pero debo señalar que Candela nunca trató de presionarme.
-Y aquella noche que pasamos juntos... ¿sabías ya entonces que cumplirías ese deseo familiar y te casarías con ella?
-En el fondo siempre pensé que me casaría con Candela. Por mucho que te duela es una realidad, es cierto y no puedo cambiarlo -aseguró Peter con énfasis.
-Pero no fuiste sincero conmigo. No me lo dijiste ni me diste la oportunidad de elegir, y eso no puedo perdonártelo. Además, ahora que lo sé, encuentro irritante que me pidieras que fuera tu amante cuando ni siquiera estabas casado con ella -explicó Lali con un gesto de repulsión-. ¿Qué sentido tiene casarse con alguien a quien no se es fiel?
Peter enlazó ambas manos en un repentino y violento gesto de frustración.