—Por supuesto que todos pensamos que se la dejaría a Peter en su testamento.
Ned soltó una carcajada.
—No lo hizo —murmuró Peter con un tono de creciente debilidad—. Se la dejó a Lali.
—¡Dios bendito! - exclamó el anciano completamente asombrado-. ¡El viejo Freddy! Bueno, siempre llevando la contraria hasta el final... Sin embargo,.ahora ha vuelto a la familia —se rió aún con más fuerza y le dio una palmada a Lali en el. hombro-. ¡Vaya dote que has traído contigo! No creo que Peter le haya podido poner precio a esa pieza. Su valor es incalculable.
Las facciones de Peter estaban rígidas y su boca contraída. Cuando llegaron a la sala de exposiciones más grande de la casa, la vitrina central de cristal ya estaba abierta. Dentro de ella, Lali vio una copia exacta de la vasija de Freddy. En ese momento, entró Ogden llevando la copia con reverenda con la frente empañada de sudor mientras posaba con mucha delicadeza la segunda vasija en el espacio vacío al lado de la otra.
—¡Un momento inolvidable! -exclamó Ned palmeando a Peter en la espalda sin enterarse en absoluto de la tensión que reinaba en el ambiente. El momento culminante del día de tu boda, chico. Una reconciliación largamente esperada.., una reunión.
Dijo muchas cosas más en el mismo tono sentimental, pero Lali se habla quedado sorda. Aturdida de incredulidad, examinó su vasija, la vasija de un valor incalculable. Estaba pálida como un muerto y siguió allí mientras Peter acompañaba a su excitado tío abuelo al Rolls Royce. Lali se dio la vuelta con la mirada cargada de condena.
—¿Cómo pudiste no decírmelo?
—Habrías subastado esa vasija para salvar el pellejo de tu hermano, ¿verdad? Y esa habría sido la
mayor traición a los deseos de Freddy.
Lali dio un respingo ante aquella sinceridad carente de excusas.
—¿Cuánto... cuánto vale la vasija de Freddy?
—Como parte de una pareja única, vale más para mí que para nadie en el mundo —explicó Peter con absoluto candor—. Por eso es por lo que te la dejó Freddy. Estaba convencido de que yo me acercaría a ti para comprarla.
—¡Nunca te la habría vendido! —interrumpió Lali con una repentina explosión de temperamento—. La habría roto en mil pedazos antes de vendértela.
—Freddy te quería mucho. Se disgustó bastante cuando rompimos. Por algún motivo deseaba con fervor que volviéramos a estar juntos —murmuró Peter en voz muy baja con una frialdad creciente.
—¡Sigues sin decirme el valor de esa vasija!
—Más de medio millón en el mercado libre. Sin embargo, alcanzaría mucho más si el otro único ejemplar conocido de la fecha es éste, que no se venderá nunca.
—¡Mas de medio millón? —susurró Lali con incredulidad—. ¡Y tú sabías que no tenía ni la más remota sospecha!
Lali se dio la vuelta luchando con desesperación por contener sus confusas emociones. O sea, que había tenido en sus manos los medios para ayudar a su hermano sin haber recurrido a la fortuna de Peter y éste había utilizado su ignorancia para hacerla aceptar aquel trato diabólico. Lali estaba
devastada por la revelación.
—Lo supiste todo el tiempo... —murmuró enferma.
Golpe bajo Peter debió decirle que tenía esa herencia
ReplyDeleteotro =)
ReplyDeleteque feo lo de peter no le ubiera echo eso ♥
ReplyDeleteMássss
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