Friday, September 25, 2015

capitulo 18

Habían ido juntos al colegio, habían subido a los árboles y montado a caballo juntos. Habían sobrevivido al baile de graduación y habían sobrevivido a la muerte de la madre de Lali, que era como una segunda madre para él. Todo eso lo habían hecho juntos.
Lali no era una chica a la que hubiera conocido una noche y con la que pudiera compartir sexo durante unas horas y olvidarse.
De momento, lo que le acababa de proponer era la mejor solución que se le había ocurrido. Su código de honor personal no le permitía olvidarse y fingir que no había sucedido nada. Ni siquiera habría tratado así a una desconocida que hubiera conocido una noche en un bar.
Así que, mucho menos, a Lali.
Utilizarla como si se tratara de una aventura de una noche le parecía inaceptable, pero salir con ella durante un tiempo, no.
Peter sabía que no saldría nada de aquella relación porque era imposible y, además, él no quería que sucediera, pero, si salían durante un tiempo y lo dejaban, podría justificar haberse acostado con ella.
Y no volvería a acostarse con ella, eso lo tenía muy claro.
A pesar de que el recuerdo de besarla y de tocar su piel lo encendía y hacía que la erección le apretara los pantalones.
Conocía a Lali de toda la vida, pero aquélla era la primera vez que lo había distraído como mujer, la primera vez en la que se había percatado de lo sexy y atractiva que era.
Físicamente, era todo lo contrario a Suzanne. Su ex era una mujer de curvas femeninas, grandes pechos y amplias caderas mientras que Lali estaba más proporcionada y era más menuda.
Tenía el pelo rubio natural y no rubio platino teñido, jamás se maquillaba y llevaba ropa bonita pero cómoda en lugar de ropa apretada como Suzanne.
—¿Qué me dices? —le preguntó terminándose la tarta y dándose cuenta de que Lali todavía no la había probado.
¿Qué podía decir? ¿Qué debía decir?
Desde luego, aquélla era la invitación para salir más rara que le habían hecho en su vida. De haberse tratado de otro hombre, se habría reído en su cara, pero se trataba de Peter.
¿Debía aceptar porque su corazón había soñado millones de veces con aquel momento o debía negarse porque sospechaba que la oferta procedía más de un sentimiento de culpabilidad que de un interés verdadero?
Lali tomó la taza de café caliente entre las manos y se la llevó a la boca para disponer de un poco más de tiempo aunque sabía desde el principio cuál iba a ser su contestación porque sabía que su corazón y sus esperanzas la iban a llevar a querer ver adonde podía llevarlos aquello.

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