Tuesday, September 29, 2015

capitulo 53

Lali se apoyó en la puerta como quien no quiere la cosa, buscando una postura natural y sensual a la vez.
—Tú has tenido un día exactamente igual de largo que yo —apuntó.
Peter terminó de vaciar el lavaplatos y lo cerró.
—Yo estoy acostumbrado y, además, no estoy embarazada —contestó.
En eso, tenía razón, pero Lali tampoco creía que hubiera sido para tanto porque, al fin y al cabo, simplemente había pasado el día casándose, no montando a caballo o escalando el monte Everest.
—Por si no te has dado cuenta, ésta es nuestra noche de bodas —comentó decidiendo que era mejor ir directamente al grano—. Se supone que no tenemos que irnos a dormir hasta dentro de un buen rato.
A continuación, dio unos cuantos pasos adelante y se colocó directamente frente a Peter, lo miró a los ojos y comenzó a desabrocharle la camisa.
—Claro que nos podemos ir a la cama cuando quieras.
Dicho aquello, lo besó en la mandíbula, en la mejilla y en la comisura de los labios, se agarró a las trabillas de los vaqueros y se apretó contra su cuerpo.
Cuando lo besó en la boca, se dio cuenta de que Peter no estaba respondiendo a sus estímulos. Era cierto que había movimiento a la altura de la bragueta, pero Peter no se movía, no la estaba besando.
Lali se apartó suavemente, abrió los ojos y lo miró. El rostro de Peter estaba impávido y tenía los dedos apretados.
—¿Qué te pasa?
—Deberías descansar —insistió Peter tomándola de los hombros y apartándola—. Ha sido un día muy largo.
—¿Cómo? —se extrañó Lali.
—Hemos tenido un día muy largo —contestó Peter por enésima vez—. Pareces cansada. Deberías irte a la cama.
Así que, en lugar de hacerle el amor a su mujer, Peter le estaba diciendo que tenía aspecto de estar cansada y que debería irse a la cama sin él.
Lali no sabía si sentirse dolida o enfadada, así que decidió sentirse las dos cosas.
—Estás de broma, ¿no?
Peter negó con la cabeza y se puso a moverse por la cocina organizando cosas que ya estaban hechas, como limpiar la encimera de nuevo o colocar el detergente que había junto a la ventana medio centímetro más a la izquierda.
—Vete a dormir —le dijo sin mirarla a los ojos—. Yo tengo que ir a las cuadras.
Y, dicho aquello, se giró y salió de la casa dejando a Lali sola en su noche de bodas.

No comments:

Post a Comment