Wednesday, September 30, 2015

capitulo 62

Lali se quedó mirándolo con sus enormes ojos negros muy abiertos y una mezcla de incertidumbre y deseo. Peter maldijo en silencio al darse cuenta de que por su culpa Lali estaba dudando de su belleza.
Por supuesto que no quería tocarla, pero tampoco quería dañarle la autoestima porque Lali era una mujer realmente bonita que se merecía tener a un buen hombre a su lado y no a él, que no era capaz de corresponder a sus sentimientos.
—Lali... —suspiró acariciándole el pelo y poniéndole la palma de la mano en la nuca.
Lali se mojó los labios con la punta de la lengua. Peter se apretó contra ella, frotándose sensualmente contra su cuerpo donde más necesitaba que lo tocara.
—Creía que ya no me deseabas —murmuró Lali con voz trémula.
—Claro que te deseo —contestó Peter con voz grave—. Lo que pasa es que quería negarlo, quería controlarme, pero me ha sido imposible. Te deseo día y noche, despierto y dormido. Desde que vives conmigo, no hago más que darme duchas de agua helada.
Lali se quedó mirándolo emocionada.
—Vaya, pues cualquiera lo habría dicho —comentó un tanto molesta.
—He intentado engañarte y he intentado engañarme también a mí mismo, pero no me ha salido bien. Ésta no miente —contestó Peter apretando su erección contra la entrepierna de Lali.
Al instante, vio un brillo especial en sus ojos, un brillo de puro deseo, pero Lali se controló y se puso seria.
—¿Qué te parece si te digo que solamente accederé a acostarme contigo si sé qué me quieres y que te tomas en serio que este matrimonio funcione?
Peter apretó las mandíbulas.
—Voy a hacer todo lo que pueda para que este matrimonio funcione.
—Pero no me quieres.
Lo había dicho como una afirmación, pero no en tono acusatorio. Antes de que le diera tiempo de contestar, Lali se encogió de hombros suavemente y sonrió.
—No pasa nada —le dijo—. Si hubieras dicho que me querías, me habría dado cuenta de que sólo lo estabas haciendo para acostarte conmigo. Por lo menos, ahora sé que eres sincero conmigo.
—Yo nunca te he mentido —contestó Peter.
Lali se apretó contra él.
—Si lo hacemos, no hay marcha atrás —ronroneó—. Si consumamos nuestro matrimonio, no podremos pedir la anulación si cambiamos de idea. Tendremos que divorciarnos.
—Jamás se me había pasado por la cabeza —contestó Peter sinceramente—. Cuando dije en la boda «hasta que la muerte nos separe», lo dije en serio.
Era cierto que se había casado con ella para lo bueno y para lo malo, sabiendo exactamente lo que hacía. Aunque no hubiera sido por amor sino para darle a su hijo un hogar estable y proteger la reputación de Lali, Peter tenía intención de que fuera para siempre, pasara lo que pasara.
—Entonces, creo que ya va siendo hora de que disfrutemos de nuestra noche de bodas —contestó Lali acariciándole el pelo.

No comments:

Post a Comment