capiutlo 43

Lo siguiente que oyó fue la voz de Peter.
-Quédate tumbada -dijo él al ver que Lali recobraba el conocimiento.
Ella se sentía mal y se limitó a cerrar los ojos. Oyó a Peter hablando por teléfono.
Después, la tomó suavemente en sus brazos y la dejó sobre una cama. Lali intentó incorporarse.
-Estoy mejor.
-No, no lo estás -dijo Peter impidiendo que se levantara-. Es culpa mía. No debí discutir contigo.
-Es normal que una mujer embarazada sufra mareos -murmuró Lali-. No hay que darle mayor importancia.
-De todas formas, quédate tranquila hasta que llegue el médico.
-¿Has llamado a un médico? -preguntó Lali y Peter asintió con la cabeza-. No tenías que haberlo hecho.
Poco después, llegó el médico. Tras examinarla, le dijo que estaba agotada y que necesitaba descansar. Peter estaba muy preocupado y obligó a Lali a quedarse en la cama.
-Quiero que sepas que no he cambiado de opinión, pethi mou -dijo una vez se quedaron a solas-. Quiero casarme contigo y cuidar de ti y de nuestro hijo. Es la mejor opción para todos.
-Tengo mucho sueño y no puedo pensar con claridad -dijo y desvió la mirada-. No creí que fueras a cumplir tus promesas. Además hoy en día no es necesario casarse para criar a un hijo.
-Para los Lanzani, sí lo es -dijo Peter y dejó la habitación.
Lali estuvo durmiendo durante horas y, cuando se despertó, se sentía relajada.
De pronto, Peter entró en el dormitorio.
-Es para ti -dijo entregándole el teléfono-. Son tus padres, que quieren hablar contigo.
-¿Mis padres? -preguntó sorprendida, pero él se dio media vuelta y salió cerrando la puerta.
-Lali -comenzó a decir su madre-. Tu padre y yo no podíamos esperar ni un minuto más para hablar contigo. Mientras dormías, Peter nos ha llamado y nos ha estado explicando...
-¿Que ha hecho qué? -la interrumpió Lali.
-Está muy preocupado por ti y tiene unas ganas enormes de conocernos.
-¿De verdad ha dicho eso?
-Tengo que decirte que nos ha impresionado -dijo Mercedes-. Sé que es muy guapo y muy atento. Además es un hombre rico y eso siempre es importante, aunque tú no lo creas.
-Dice que correrá con los gastos de la boda -intervino su padre.
-Es muy generoso por su parte -dijo su madre entusiasmada-. En circunstancias normales, debería estar enfadada por lo de tu embarazo, pero...
-¿Os lo ha dicho Peter?
-... pronto estarás casada.
-¿Quién os ha dicho que nos vamos a casar?