Lali se quedó sin palabras. No sabía qué decir. Deseaba que no hubiera ido, ya que sólo le traería problemas. Gimena se enfadaría mucho si supiera que Nicolas había ido a verla.
-¡Qué lástima! Lo siento mucho. ¿No será un enfado pasajero?
-No. Tu hermana está con otro hombre -dijo Nicolas-. ¿Puedo Pasar?
Tratando de ser amable, Lali lo invitó a entrar haciendo un gesto con la mano.
-Seguro que es un malentendido, Nicolas.
-No, se está viendo con su jefe. Yo creía que Gimena iba al gimnasio por las tardes, pero resulta que pasa las tardes con él. ¿Sabes cómo me he enterado? -preguntó Nicolas amargamente-. La noche en que informaron a tus padres del secuestro vinieron a casa. Yo fui a la universidad a recoger a Gimena y su profesor me dijo que hacía meses que no iba a clase.
-A Gimena no le gustará que me hayas contado todo esto.
De pronto, sonó el timbre de la puerta y Lali fue a abrir la puerta, aliviada por la interrupción. Era Peter. Al verlo se quedó paralizada. Vestía un impecable traje color beis y estaba más guapo de lo que lo recordaba.
-Tenemos que hablar. ¿Estás con alguien? -dijo Peter y entró sin esperar a que Lali lo invitara a hacerlo.
-Este es Nicolas, el novio de mi hermana -dijo desconcertada.
-¿Qué está haciendo aquí? -preguntó Peter apretando los puños.
Estaba enfadado. Aquel era Nicolas, el hombre del que Lali le confesó que estaba enamorada y ahora estaba allí, a solas con ella.
-Lali y yo somos buenos amigos -dijo Nicolas.
Peter se acercó a Lali y lo tomó por las solapas de la chaqueta.
-No quiero que esté cerca de ella. No soy tonto y he visto el modo en que la mira.
Soy un hombre muy celoso, ¿me entiende?
-Peter ¿te has vuelto loco? -preguntó Lali horrorizada-. ¡Suéltalo!
-Déjeme -dijo Nicolas tan pálido como la pared que había a su espalda. Peter lo soltó y se colocó los puños de la camisa.
-¡ Váyase!
Lali estaba temblando, asustada por el comportamiento de Peter. Aunque era obvio
que Nicolas deseaba irse, no estaba dispuesto a dejarse amedrentar por aquel
hombre.
-Será mejor que te vayas Nicolas. Estaré bien.
Peter miró por la ventana. Estaba sorprendido por su reacción. No sabía qué le
había pasado. Últimamente, nada le salía bien y todo le molestaba. Su abuelo Alejo también se había percatado de su cambio de actitud desde que había vuelto de la isla.
-Quiero que te marches -dijo Lali interrumpiendo sus pensamientos-. No quiero hablar contigo.
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ReplyDeleteNovelaaaaaa
ReplyDeletemassss
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