Sunday, September 27, 2015

capitulo 37

Lali tragó saliva y se obligó a sonreír a un caballero que le había contado una historia supuestamente graciosa de la que Lali no había escuchado ni una sola palabra.
«Peter es así», se dijo.
Se había repetido una y otra vez que el hombre con el que se iba a casar era una persona muy introvertida a la que no le gustaba estar con mucha gente, a la que no le gustaban las fiestas y, sobre todo, a la que no le gustaba ser el protagonista de nada.
Además, ya había estado casado antes. Se había casado suponiendo que iba a ser para toda la vida y Lali suponía que pasar por todo esto de nuevo no debía de resultar fácil para él.
Probablemente, estuviera agobiado por los recuerdos dolorosos, pero debía darle una oportunidad para que ella pudiera demostrarle que la infidelidad de su ex mujer no se iba a repetir y que con ella podía ser feliz.
Lo cierto era que, aunque amaba apasionadamente a Peter, aunque quería desesperadamente convertirse en su esposa, tener un prometido que la trataba con frialdad y que se mostraba indiferente ante los preparativos de su propia boda era suficiente para hacerla dudar.
De repente, le pareció que la habitación en la que estaba era demasiado pequeña y sintió claustrofobia, comenzó a faltarle el aire y decidió salir a calmarse.
Sonriendo a todo el mundo con el que se encontraba, se abrió camino hasta la cocina y salió al exterior.
Una vez a solas, se agarró con fuerza a la barandilla del porche y se quedó mirando los maravillosos colores del atardecer.
—Ahí dentro hay mucha gente, ¿verdad? —dijo una voz a sus espaldas.
Lali dio un respingo y, al girarse, se encontró con Pablo.
—Hola —lo saludó confundida—. No sabía que habías venido. Peter me había dicho que estabas en Chicago.
—Sí, pero no me podía perder la fiesta de compromiso de mi hermano y de mi vecina favorita —contestó Pablo sonriendo y acercándose a ella para besarla con cariño en la mejilla—. ¿Qué tal estás?
—Bien —contestó Lali apartando la mirada—. ¿Y tú?
—Vaya, me sorprende tu contestación. Se supone que te vas a casar, que deberías está radiante. Deberías estar muy emocionada.
—Estoy muy emocionada —dijo Lali en tono lacónico.
—Si estás emocionada así, no me gustaría verte deprimida —sonrió el hermano de Peter—. Venga, a mí no puedes engañar, Lali. ¿Qué te pasa?
—Nada —mintió Lali intentando sonreír.
—Lali...

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