Tuesday, September 22, 2015

capitulo 56

Peter mostró especial interés en presentarle a una mujer de mediana edad y cálida sonrisa que había sido su niñera y que se llamaba Omphale.
-¿Le has dicho a Omphale que estoy embarazada? -preguntó Lali en voz baja al entrar en el inmenso hall de la casa.
Peter no contestó.
Era evidente que, después de todo lo que había publicado la prensa, ya lo sabría.
-Aunque me imagino que ya lo sabrá, yo mismo se lo diré, thespinis mou -dijo Peter después de unos segundos-. ¿Cómo si no iba a confiar en que te cuidara? Por cierto, tenemos que buscarte un ginecólogo aquí en Atenas. Veré si alguna mujer de mi familia nos puede recomendar a alguno de confianza. También sería una buena idea que tomaras clases de griego.
Peter se acercó a ella y la besó. De pronto, su teléfono comenzó a sonar.
-No necesito que me enseñes la casa ahora. Dime simplemente dónde está el dormitorio.
-No me tientes -dijo Peter mirándola con deseo y descolgó el teléfono.
-Tengo que irme -dijo después de unos minutos de conversación, en griego.
-¿Problemas en la oficina? -preguntó Lali. Era evidente que la mente de Peter estaba muy lejos de allí.
Peter esbozó una sonrisa forzada.
-Por supuesto que no. ¡Qué cosas tienes!
-Hasta luego -dijo Lali viéndolo marchar. -Puede que llegue tarde.
-Entonces, bésame otra vez -le pidió Lali.
-Me será más difícil irme, yineka mou -dijo Peter volviendo sobre sus pasos-.
Eres tan bonita...
-Te esperaré despierta -prometió Lali.
No se habían dado cuenta de que había un hombre mayor observándolos hasta que él se dio la vuelta para marcharse y lo vio.
Lali se quedó paralizada. Nada más verlo supo que era un Lanzani. A pesar de los años, eran tan corpulento como Peter y las facciones de uno y otro se asemejaban.
-Lali, te presento a mi abuelo, Alejo Lanzani -anunció Peter con solemnidad y orgullo.
Alejo caminó hacia donde estaba Lali.
-¿Sabrás perdonar a un viejo por sus manías? -preguntó con ternura.
-Claro que sí -dijo Lali con timidez. Alejo la besó en cada mejilla-. Pero, si quiere que le perdone, tendrá que pagar un precio. Tendrá que ver la grabación de nuestra boda y me aseguraré que no se pierda ni un minuto de ella.
-Estoy deseando cumplir mi castigo -dijo el anciano con una sonrisa en los labios y se giró hacia su nieto-. No te retrases por mi culpa. Sé que estás muy ocupado.
-Sí, pero... -dijo Peter mirando a Lali.
-No te preocupes por tu esposa. Yo la cuidaré. Para eso está la familia, para lo bueno y para lo malo.

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