Tuesday, September 22, 2015

capitulo 58

-Aunque no debería reconocerlo, me gusta que me esperes levantada -dijo acariciando su pelo-. Eres una mujer increíble. Todo te parece bien y no te has quejado ni una sola vez.
-¿Crees que todas las mujeres son unas caprichosas?
-Tus predecesoras lo fueron -dijo Peter y dejó escapar un suspiro-. Voy a ducharme.
Tan pronto como se fue al cuarto de baño, Lali abrió las puertas de los balcones y encendió las velas que había preparado. Dejó un par de mantas sobre los almohadones que había colocado en el suelo y sirvió una copa de vino para él. Comprobó que la bandeja con comida estuviera al alcance de la mano. Por último, se cambió de camisón y se tumbó sobre los almohadones.
Se quedó abstraída pensando en lo feliz que había sido desde que había llegado a Grecia. Aunque los asuntos del trabajo no les habían permitido pasar todo el tiempo que les hubiera gustado juntos, habían aprovechado al máximo sus ratos a solas. Se habían bañado en la piscina a primera hora de la mañana y habían cenado en la playa, escuchando el sonido de las olas al romper. A veces, Lali se había acercado hasta la oficina para comer con él. Cada vez que Peter había tenido un minuto libre, la había llamado por teléfono.
Durante su primera semana en Grecia, Lali había estado arropada por la gran familia de Peter. No había pasado un día sin que alguien la hubiera llevado a conocer la ciudad o de compras. Se había dado cuenta de lo mucho que apreciaban a Peter.
Había congeniado muy bien con Alejo, quien a diario se acercaba a verla. A veces incluso la llevaba a cenar fuera.
Peter volvió del baño con una toalla alrededor de la cintura. Se quedó sorprendido al verla allí tumbada.
-Theos mou, podrías seducir a un santo con esa mirada, thespinis mou.
-No hay ningún santo por aquí, que yo sepa.
-¿Me vas a dar algo de comer?
-Ya conoces las reglas.
-Y luego me darás un masaje, ¿verdad? -dijo Peter y la miró con deseo. Se tumbó a su lado y tomó un trozo de pollo de uno de los platos-. Esto es un picnic muy sensual.
Lali miró cómo comía. Él era lo más importante en el mundo para ella. Quizás Peter no la amase tanto como ella a él, pero la hacía sentirse apreciada. Con él, se sentía una mujer atractiva y deseada.
Cuando acabó de comer, la tomó en sus brazos y la llevó hasta la cama.
-Sólo hay una cosa que quiero decir sobre lo que está pasando en tu trabajo y de la que no quieres contarme nada...
El rostro de Peter se volvió serio.

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