Sunday, September 27, 2015

capitulo 36

—Muy bien —dijo él sin embargo en tono serio—. Vamos a casa a contárselo a tu padre.
—Espera un momento. ¿No quieres celebrarlo? —contestó Lali apretándose contra su cuerpo.
—Sí, claro que quiero celebrarlo —contestó Peter besándola.
Sin embargo, fue un beso rápido y, a continuación, la agarró de la mano y la llevó hacia su casa.
Aquella reacción hizo reír a Lali y se dijo, mientras avanzaba con él por el camino del bosque, que su vida junto a Peter iba resultar muy interesante.
Lali le dio un sorbo al vino, la segunda copa que se tomaba desde que había llegado hacía una hora a casa de los Lanzani, que estaba llena de amigos y familiares que la madre de Peter había reunido para celebrar su compromiso.
Había flores y globos por todas partes y sobre la chimenea había un cartel en el que ponía:
¡Enhorabuena a Peter y a Lali!.
Desde luego, estaba todo pensado al detalle, pero Lali se sentía intimidada. En cuanto Theresa Lanzani se había enterado de que se iban a casar, había insistido para que le permitieran organizarles una fiesta a la que había invitado a la mitad del pueblo.
Lo que había empezado siendo una reunión de vino tinto y música clásica se había convertido en una fiesta con canciones country y alcohol a diestro y siniestro.
Lo que resultaba una verdadera ironía porque aquel entusiasmo de sus padres y los planes de su madre habían hecho que Peter se apagara. Desde la misma noche en la que se lo había propuesto, ella había dicho que sí y se lo habían contado a sus respectivas familias, no había vuelto a mostrar ningún interés ni en el compromiso ni en la boda.
Había aceptado a regañadientes la fiesta de su madre y le había hecho Lali que hiciera lo que quisiera con la ceremonia y la celebración. Le había dejado a ella que eligiera la fecha y que se encargara de todos los preparativos.
Lali entendía perfectamente que no quisiera involucrarse demasiado porque a los hombres no les solía gustar tener que elegir flores ni colores y consideraban que eso era cosa de mujeres.
Sin embargo, esperaba que la hubiera ayudado a elegir cosas como el lugar de la ceremonia, la iglesia o el jardín de sus padres, o que tal vez hubiera hecho alguna sugerencia sobre la lista de invitados. Sin embargo, Peter se había lavado las manos y la había dejado completamente sola.
Aquella noche habían llegado juntos a casa de sus padres, tal y como les había indicado su madre, ya que Theresa tenía todo planeado para que todos los invitados
llegaran antes que los protagonistas de la velada y, cuando Peter y Lali habían hecho su entrada triunfal, todo el mundo había gritado y aplaudido con entusiasmo.
Desde entonces, no había vuelto a ver a Peter.

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