Al fin y al cabo, si a ella le hubieran hablado del dueño de un club nocturno, nunca se hubiera imaginado a un hombre como Peter. Tan agradable y… dulce.
Así que tal vez las cosas no fueran como parecían. Al menos, en relación a Peter.
Pero no podía decirle la verdad. Porque tal vez entonces no se interesara por ella, ni quisiera compartir su tiempo con ella.
A ella le gustaba estar con él, y tener la oportunidad de poder volver a verlo.
Se estremecía al pensar que había estado con él tan íntimamente, aunque sólo fuera físicamente.
Pero esperaba conocerlo más a otro nivel.
Lo que quería decir que tenía que ir nuevamente a la boutique a comprar algo apropiado para ir a la fiesta.
Fue a la tienda directamente del trabajo y pasó dos horas probándose vestidos de fiesta de todos los colores. Cuando salió del probador por centésima vez, la dueña de la boutique la aplaudió y le dijo:
—Oh, muy guapa. Ése es.
Latifa, la mujer negra que la había ayudado a escoger el atuendo de la noche del club y algunas otras prendas, se acercó a Lali y le alisó el vestido.
Era un vestido rojo, con la falda hasta medio muslo, que marcaba sus formas, y no tenía tirantes. El cuerpo tenía un trabajo de filigrana. Una chaqueta corta de manga larga hacía juego con él.
Se miró al espejo y pensó que se parecía a una modelo de catálogo. No recordaba haber usado nada tan femenino en su vida.
El precio que tenía la etiqueta casi la hace caer redonda, pero respiró profundamente e intentó calcular mentalmente si podía comprárselo o no.
Tal vez si trabajaba algunas horas extras en la biblioteca y comía bocadillos de mantequilla de cacahuete a la hora del almuerzo…
—¿Está segura de que el color es el adecuado para una fiesta de noche? — preguntó Lali.
Latifa sonrió y se apartó, poniendo los brazos en jarras.
—Los hombres podrían ir al infierno por sus malos pensamientos al verte, pero eso no es problema tuyo.
El tono hacía resaltar el color de sus ojos y su cabello. Y además realzaba sus curvas, pensó Lali.
Daba la impresión de tener un tamaño de pechos normal por una vez en su vida.
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