capitulo 52

-Pensé que era un enamoramiento que se le pasaría pronto, pero me equivoqué. Creí que tú lo estabas incitando a comportarse así, pero debes aceptar que nunca imaginé que se hubiera acostado contigo o que estuvieras embarazada. Sabía que él no me escucharía si le pedía que dejara de verte. Por eso me vi obligada a decirle algo para que se alejara de ti. Fue por su propio bien. Lo hice por él...
-¿Qué hizo usted? -preguntó Lali en un murmullo.
-Lo único que quería era expulsar de su cabeza cualquier idea estúpida que pudiera tener acerca de ti. Estaba resuelta de detenerlo. Nadie sabía quién era tu padre y no me importó mentirle. Sabía que la situación no avanzaría más. Le dije a Peter que los dos teníais el mismo padre. Le dije que tú eras su hermana.
En medio de un horror y de una incredulidad enfermizos, Lali miró fijamente a Mercedes, pero la mujer desviaba la mirada.
-Sabía también que si Peter se dirigía a Charles, él lo negaría. Pero mi marido negaría cualquier cosa parecida. Sabía que Peter seguiría creyéndome -afirmó . Lo hice por él, y entonces rompió contigo y se casó con  Paula porque no podía tenerte a ti. -¿Y entonces la creyó a usted? -le preguntó Lali, asqueada.
-Sí. Elaboré toda una historia con muchos detalles -reconoció Mercedes sin el menor
remordimiento, enjugándose las lágrimas, ya más calmada-. Lo convencí -¿Y cuándo le dijo la verdad? -le preguntó con repentina violencia.
-Cuando estuve enferma. No quería decírselo, pero el caso es que lo hice -lanzó a Lali una mirada de odio mal disimulada-. Me acusó de haberle destrozado la vida. Si no hubiera sido por ti, mi hijo y yo ahora estaríamos muy unidos.
-¿Por qué Peter nunca me habló de esto?
Mercedes se puso rígida.
-Yo le rogué que no te lo dijera. Lo convencí de que lo justo era que yo te lo explicara todo. Me lo prometió.
-Porque temía que yo le contara lo de mi hijo -Lali se sentía muy dolida.
-¿Por qué deberías decírselo? -estalló-. Ahora es tuyo. ¿No te basta con eso? Yo soy la única que está sufriendo.
Lali se levantó, demasiado confundida para sentir rabia, para querer escapar de la venenosa presencia de Mercedes.
-Supongo que no se encontraba bien en aquel tiempo -concedió Lali-. Pero no me culpe por crear problemas entre Peter y usted. Eso no se me puede achacar a mí.

Lali dejó la carretera para andar por campo abierto. Todas esas vidas afectadas, todo ese sufrimiento... Peter la había amado y su madre había convertido ese amor en un sentimiento prohibido que debía eliminarse. Estando a punto de perder a su marido, Mercedes había luchado por no perder también a su hijo.
Empezó a llorar. ¿Cuánto la habría amado Peter? De no haber intervenido Mercedes, ¿qué habría ocurrido entre ellos? ¿Habría aceptadoPeter a su hijo? ¿Le habría propuesto matrimonio? Hizo a pie todo el trayecto hasta Lower Ridge. No quería ver a nadie mientras no se hubiera recuperado. Pensó que Mercedes había alterado todo el curso de su vida. Ocho años atrás Peter se habría casado con ella, aun contra la voluntad de su madre, sencillamente porque la había dejado embarazada.
El padre de Lali se había avergonzado de ella. Y Peter, ¿se habría avergonzado también?
Se preguntó qué demonios estaba haciendo allí. Ella misma era su peor enemigo. ¿Qué sentido tenía seguir atormentándose pensando en lo que pudo haber sido y no fue? Se dirigió hacia la casa. Tenía tanto que decirle, tanto que preguntarle... El todoterreno estaba en el patio. Contenta por saber que había vuelto, entró por la puerta trasera. Se quitó las botas, llenas de barro, y detectó un agradable olor a cordero asado. Se encontró con Peter en el vestíbulo.
-¿Dónde demonios has estado?
-En casa de Merrill -contestó aturdida.
Con expresión airada, él la tomó de un brazo y la hizo entrar en el salón, cerrando de golpe la puerta. Sin duda Peter no se daba cuenta de su fuerza, ya que al soltarla, Lali se frotó el brazo, dolorida y asombrada.