Sunday, November 8, 2015

capitulo 52

Comieron en silencio unos minutos, hasta que Mary empezó a hablar del tiempo y de eventos locales de Georgetown. Lali le dio las gracias a Mary internamente. Había salvado la cena.
Peter asentía ocasionalmente y contestaba algo de vez en cuando. Pero por lo demás, se concentró en hacerle saber a Lali lo que tenía en mente… Para cuando los camareros hubieran recogido todo, y ellos se hubieran despedido de Mary y de Gaston.
Acarició suavemente la piel de Lali, sus dedos delgados y el hueso de la muñeca. Al ver que Lali tardaba en apartar la mano, deslizó la mano hacia el brazo haciendo movimientos circulares.
Después de llegar al codo, la deslizó hacia el muslo, hasta donde su falda se arrugaba al sentarse.
Lali tosió, luego quitó su mano del muslo de Peter. Pero no intentó quitar la mano que tenía en su pierna.
Estaban sentados muy cerca el uno del otro, de forma que se rozaban en cualquier movimiento que hacían. Afortunadamente, la altura de la mesa y su proximidad no permitían que Mary y Gaston se dieran cuenta de su juego.
Peter intentó seguir la conversación, mientras apretaba su rodilla contra la de Lali, y deslizaba la mano hasta el borde de su vestido. Sus dedos hurgaron un momento allí, sintiendo la diferencia de textura entre la sobrefalda de encaje del vestido y la sedosa suavidad de su lencería.
En aquel momento volvieron los camareros a quitar los platos de la cena. Entonces, Peter quitó, reacio, la mano del regazo de Lali.
Los camareros sirvieron los platos del postre y volvieron a desaparecer. Peter hubiera querido pedir tiramisú de postre, su postre favorito, pero tuvo miedo de que tuviera alcohol y que Mary no pudiera comerlo en su estado. Así que había pedido una tarta helada.
Mary la devoraba como si no hubiera comido una cena de tres platos, además de una ensalada de remolacha.
Peter sonrió al verla probar la tarta con cara de satisfacción.
—Mmm… ¡Magnífica! —exclamó Mary—. Tenemos que encargar la comida a esta gente la próxima vez que tengamos una fiesta.
Gaston asintió.
Peter estaba a punto de probar su tarta cuando sintió un suave movimiento en la pierna. La sensación se repitió. Indudablemente era una caricia de Lali.
Él sintió un calor de los pies a la cabeza, y una excitación que se acumuló en su sexo, amenazando con romper la cremallera de su pantalón. Tosió y dejó que el helado se derritiera en su garganta mientras miraba a Lali con ojos de sorpresa.
Por la expresión de su cara mientras saboreaba la tarta, no le parecía que estuviera equivocado.

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