Sunday, December 6, 2015

capitulo 15

El recordatorio hizo que Lali se detuviera en seco, circunstancia que él aprovechó para presionar un poco más.
—Si te vas ahora, incumpliendo así el contrato, perderás la prima. Quédate el mes de diciembre. Recibirás el salario acordado por contrato y también una considerable suma, que podrás emplear como consideres más oportuno.
Peter casi podía oír los engranajes de su cerebro calibrando sus opciones. Irse y así quedar a salvo de él, puesto que no tendría oportunidad de convencerla para que se acostara con él. O quedarse, y meterse en la boca del lobo, pero eso implicaba que también ganaría un cuarto de millón de dólares, que podría emplear en alguno de sus proyectos. Un incentivo convincente.
Los segundos pasaban y ella seguía allí plantada en medio del pasillo, sin saber qué decisión tomar. Peter aprovechó y le dio un ligero empujoncito en la dirección que él quería que tomara. Se acercó a ella y le colocó una mano en la parte inferior de la espalda. Lali se puso rígida y se apartó lo justo para romper el contacto físico.
—Por favor —empezó él con tono diplomático—, permíteme que te enseñe la habitación que ocuparás, si decides quedarte y cumplir el contrato. La familia se reunirá en el comedor a las ocho para la cena. Me gustaría que nos acompañaras, para que los conozcas a todos. Después, si todavía quieres volver a Estados Unidos… Hizo una pausa, mientras buscaba sus siguientes palabras cuidadosamente.
—No diré que dejaré que te marches sin penalización alguna, pero estaré encantado de discutir el asunto contigo y buscar una solución satisfactoria para ambos.
Por un momento, Peter pensó que Lali seguiría adelante con su decisión de irse. Y entonces la rígida línea de su espalda se relajó una fracción y Lali elevó imperceptiblemente los hombros, al tiempo que inspiraba profundamente.
—Está bien —dijo sin volverse—. Me quedaré a cenar.
—Excelente. Por aquí —replicó él, cuidando mucho de no mostrar su satisfacción. La rodeó y enfiló el largo pasillo.
Atravesaron el vestíbulo y subieron la escalera con forma curvada en dirección al ala oeste. La condujo a lo largo de varios pasillos más y otras escaleras hasta llegar a las habitaciones destinadas a los invitados.
Las habitaciones de la familia real estaban situadas en el ala este, justo en el extremo opuesto del palacio, pero así era mejor. Si su plan para seducirla tenía éxito, podría llevar su relación casi en secreto, gracias a la relativa intimidad del ala oeste puesto que ella sería la única persona de visita en el palacio en el próximo mes.
Al llegar a la suite que se le había designado, Peter abrió la pesada puerta de caoba labrada y entró lo mínimo para dejarla pasar a ella primero. Brevemente, le mostró el espacioso salón, que contaba con una gigantesca televisión de plasma y una librería llena de DVDs. Peter no había conseguido averiguar sus gustos personales, de manera que había ordenado que la biblioteca estuviera bien surtida y siempre podría llevarse lo que quisiera de la sala de entretenimiento de la familia.

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