capitulo 20

—Nuestro hermano mayor, Pablo, está fuera del país en estos momentos, pero confío en que lo conozcas antes de irte.
Maria sacudió la servilleta sobre su plato y se la colocó suavemente en el regazo mientras decía:
—Me alegro de conocerte, Lali. Peter me dijo que vendrías. Dice que tienes ideas brillantes para aumentar los fondos, que recaudan las organizaciones sin ánimo de lucro.
Lali dirigió la mirada hacia Peter, halagada por sus elogios indirectos, pero éste estaba mirando a su hermana.
—Ha hecho un trabajo excepcional para algunos organismos benéficos en su país —dijo Peter.
Desde su sitio al otro lado de la mesa, Stefano dijo:
—Eso está muy bien. En la isla contamos con un montón de esas organizaciones y te aseguro que no les vendría nada mal un empuje. Y ayuda mucho que sea tan bella —Stefano le guiñó el ojo al decir esto último.
Por un momento, Lali se quedó sorprendida ante el desparpajo del chico, y más todavía estando delante de su familia. Pero entonces se dio cuenta de que debía de ser así normalmente. Era el hijo más joven, el más alejado del trono en la línea sucesoria, y a juzgar por su aspecto, todo un donjuán.
Ella le devolvió la irresistible sonrisa, antes de fijarse en el ceño fruncido de Peter. El gusto agradable del momento se desvaneció al instante y Lali tuvo una sensación de lo más extraña en la boca del estómago. No sabía si mostrarse preocupada o intimidada, o incluso divertida.
Peter la había llevado a su palacio para convertirla en su amante; lo sabía. Con la excusa de que trabajaría para su familia, sí, pero eso no cambiaba el hecho de que quería llevársela a la cama.
Sin embargo, eso no justificaba el enfado hacia su hermano, por un comentario totalmente inofensivo.
A menos que Peter y Stefano se hubieran peleado, o hubieran compartido el gusto por una misma mujer. ¿Acaso le preocupaba a Peter que a ella pudiera atraerle su hermano, antes de que él pudiera seducirla?
La situación tomaba un giro interesante. Y le estaría bien empleado por haber tejido semejante red de engaños, sólo para atraerla hasta la isla.
En ese momento, llegaron los sirvientes con las bebidas, agua y vino tinto. Cuando se hubo servido la ensalada, la conversación giró hacia la familia y asuntos de Glendovia. Lali comía en relativo silencio. Le interesaban los temas de conversación, aunque poco podía añadir ella.
En el postre, Maria y Stefano se interesaron por su familia y su vida en Texas. Ella se mostró encantada de responder, pero se cuidó de mencionar el escándalo por el que había decidido aprovechar la invitación de Peter y abandonar Estados Unidos.