Wednesday, December 2, 2015

capitulo 36

Incluso dos horas después, Lali seguía recordando el número que Euguenia había montado cuando le dijeron que no quedaban asientos libres en el avión. A veces había proclamado que era Euguenia Lanzani hasta que había conseguido lo que quería.
-Peter es muy respetado en nuestro país, así que echaran a otros dos pasajeros para meternos a nosotras -había dicho la joven mimada-. Después de todo, es un honor para ellos que yo viaje con esta compañía. Y debía ser cierto porque consiguieron dos asientos.
Pero después, Euguenia había vuelto a montar un espectáculo para que les dieran asientos de primera clase, mientras los demás pasajeros las miraban con reprobación.
Lali había empezado a pensar que Peter hacía bien intentando controlar a su hermanita. Euguenia era inmadura, incontrolable y no tenía escrúpulos. Era más una adolescente que una mujer adulta.
-Me caes muy bien, Lali -le había dicho antes de quedarse dormida-. Cuando tenga mi propio apartamento en Londres podrás venir a visitarme.
Lali tuvo que sonreír. A pesar de la sofisticación, no era más que una niña que no sabía que hacer con la libertad que exigía a gritos. Cada minuto que pasaba, alejándola de Peter, Lali se sentía más triste. ¿Qué diría Marianela cuando volviera sin haber solucionado los problemas? Y Peter se pondría aún más furioso cuando descubriera que Lali se había marchado con su hermana. Hiciera lo que hiciera, tenía todas las de perder...
-Te llamare cuando tenga tiempo -le prometió Euguenia mientras el taxista guardaba sus maletas en el aeropuerto de Heathrow-. Pero no esperes que te llame enseguida. Tengo muchísimas cosas que hacer.
Lali fue al apartamento de su hermana y Marianela la recibió con un abrazo. -¡Gracias a Dios! ¿Lo has arreglado todo?
-No.
-No habrás firmado el documento, ¿verdad?
Lali negó con la cabeza y le explicó a su hermana la situación que había dejado atrás. Marianela la miró, perpleja. -¿Por qué lo llamas así?
-¿Cómo?
-Peter...
-No lo digo de ninguna forma, es que se llama.así.
-¿Te has enamorado del hombre que quiere destrozarme la vida?
-Con un poco de suerte, no lo haré. Pero sólo si envías esa transferencia.
-Y lo haré. Pero ahora eres tú quien me importa.
-Sólo quiero olvidar que he estado en Guatemala -suspiró Lali.
-Bueno, si ese Lanzani viene buscando problemas, no me encontrará. Me han contratado para hacer el maquillaje de un anuncio que va a rodarse en Escocia este fin de semana y tengo que estar en el estudio dentro de una hora.
-Eso suena divertido -murmuró Lali, disimulando su decepción.
-Pero no podré ayudarte a sacar tus cosas del apartamento. Los compradores quieren instalarse enseguida. Aún no he decidido qué voy a decirle a Rama.
-Pensé que estarías furiosa conmigo por haber vuelto a casa sin arreglar las cosas.

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