Thursday, December 3, 2015

capitulo 47

-Por favor... vete -le rogó Marianela. Cuando habló, Peter se fijó en ella. Y volvió a mirar a Lali, atónito. -¿Qué demonios significa esto? ¿Sois gemelas?
-Sí. Yo soy Lali...
-¡Ya sé que eres Lali! -la interrumpió-. ¿Crees que no te conozco?
-Lo que mi hermana está intentando decir es que yo soy quien tiene la deuda con Nicolas -explicó Marianela-. Yo soy quien se casó con Pablo y quien persuadió a Lali para que fuera a Guatemala en mi lugar. Ella no quería hacerlo, pero no la permití que se negase. Me aproveché de ella...
-¿Quién de las dos se va a casar? -la interrumpió Peter.
-Yo -contestó Marianela.
Peter se quedó en silencio durante unos segundos.
-Disfruta del día de tu boda, Marianela.
-Gracias -dijo ella.
Solo entonces Lali se dio cuenta de que Peter había pensado que era ella la que se casaba.
-Me has mentido -dijo Peter entonces, mirándola. El mundo había dejado de girar para Lali. Nada importaba. Solo el silencio que los envolvía-. Creí que eras tú quien iba a casarse hoy. Cada palabra que me has dicho era una mentira. No hay un sólo momento entre nosotros que no sea una farsa.
Lali hizo un movimiento con la mano, como si quisiera tocarlo, pero la furia de Peter era una barrera demasiado potente. -No. No lo ha sido -intentó protestar.
-Ni siquiera sé cómo te llamas...
-Mariana Esposito. Peter, por favor...
-Este no es el sitio adecuado. Mi presencia aquí no es bienvenida. Supongo que no querrás arruinar la boda de tu hermana -dijo Peter, y armes de darse la vuelta.
-Si -Lali se había sentido mareada hasta entonces, en aquel momento sintió que se le caía el mundo encima. Después de unos segundos, salió sufriendo tras él.
-¡Ahí está el coche de Rama! -gritó alguien.
Antes de que Peter pudiera entrar en su coche, Lali lo sujetó por la manga del traje.
-Lo siento.
Él la miró con aquellos ojos verdes, helados.
-Estás dando el espectáculo.
-Lali se puso colorada. Cuando se dio la vuelta se percató de que todo el mundo estaba mirándolos. Marianela se acercó y la tomó del brazo.
-Lo siento. No sabes cómo lo siento -juró.
-No iba a ninguna parte -dijo Lali, intentando sonreír. Unos segundos después, se sintió peor cuando las puertas de la iglesia se abrieron y todo el mundo ocupó su lugar.
Peter Había ido a la iglesia, creyendo que ella era la novia. ¿Habría ido con idea de impedir la boda? «No voy a permitirlo», había dicho. Sus motivos daban igual. Lali sabía que su vida con Peter  no tenía futuro. Pudo no haberle contado la verdad el día que fue al apartamento y se encontró con Rama había el golpe definitivo. Hasta el final se había mantenido leal a Marianela, pero ¿no
debería haberse sentido responsable del niño que esperaba? Asegurarse de que Peter la despreciaba no era un beneficio para su hijo.

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