Thursday, December 3, 2015

capitulo 50

-¿Es que esperabas compartir mi cama sin recibir nada a cambio? Yo esperaba pagar un precio, pero nunca habría imaginado que sería casarme contigo.
-¡Será posible...! -murmuró Lali, soltándose con rabia.
En el cuarto de baño se lavó las manos con furia. ¿Cómo podía amar a aquel hombre? Peter seguía furioso con ella, pero eso no le daba derecho a insultarla... Lali pensó en ese momento que quizá estaba haciendo el papel de hombre ofendido porque ¿cómo explicar si no que hubiera ido a buscarla a la iglesia? ¿Por qué había aceptado acudir al banquete? ¿Por qué le había dicho a Rama que pensaba casarse con ella?
Si sólo quisiera hacerla su amante, no habría hecho ninguna de esas cosas. Lali se tocó el vientre. Amaba a aquel hombre y prefería ser su esposa a ser su amante, pero...
Cuando volvió a la mesa, vio a Peter hablando con Rama y Marianela. Era un hombre fascinante, tanto que pasara lo que pasara no podía negarse a sí misma la posibilidad de estar con él.
Cuando llegó el momento de cambiarse de ropa para ir al aeropuerto, Lali subió a la habitación del hotel con su hermana. -De modo que mi peor enemigo va a convertirse en mi cuñado - sonrió Marianela. -No es tan sencillo. Voy a tener un niño - dijo Lali por fin.
Marianela se quedó boquiabierta.
-Pero si tú eres la hermana juiciosa, la que nunca tiene problemas...
-También soy humana.
-Pero solo estuviste allí unas semanas... -Tiempo suficiente -suspiró Lali.
-Entonces, voy a ser tía -sonrió Marianela-. Bueno, supongo que Peter te habrá hablado del otro asunto.
-¿Qué otro asunto?
-Bueno, da igual. No es algo en lo que quiera pensar ahora -dijo su hermana, quitándose el vestido-. Pero te diré una cosa; Peter es un hombre decente.
Diez minutos después, cuando la pareja había desaparecido, Lali subió al Ferrari de Peter.
-Supongo que tenemos que hablar.
-No sé si es buena idea, querida. No estoy de humor.
-Pues entonces, es ridículo pensar que podemos casarnos.
-Tengo una obligación y pienso cumplirla. Nos casaremos dentro de tres días. -¿Tres días? -repitió Lali, incrédula.
-Si no consigo una licencia de matrimonio en Inglaterra, nos casaremos en Guatemala dijo Peter, conduciendo a gran velocidad-. Cuanto antes nos casemos, mejor. Si puedo evitar contarle esto a mi hermana, lo haré.
Lali no había pensado en Euguenia. Pero un embarazo fuera del matrimonio no era precisamente el mejor ejemplo para una adolescente.
-Yo... podría irme a algún sitio. Quiero decir, que no tiene por qué saberlo...
-No seas tonta -la interrumpió él-. Un hijo no puede esconderse para siempre. O quizá estás pensando que el niño no debería nacer. Lo siento mucho, pero no voy a permitírtelo.
Lali se quedó pálida.
-Yo también deseo tenerlo.
-Entonces, ¿por qué estás discutiendo?

1 comment: