Sunday, December 13, 2015
capitulo 69
La reina, sin embargo, decidió ignorar el tono de su hijo.
—La princesa Paula llegó hace menos de una hora hecha un mar de lágrimas.
Está hundida y sus padres, furiosos. ¿Tienes idea de cómo afectará esta humillación a
vuestro próximo enlace? Si rompe el compromiso, ya podremos despedirnos de unir
vínculos entre las dos familias, con lo que el futuro político de Glendovia podría
peligrar.
—Creo que estás exagerando —señaló Peter, pero a juzgar por su expresión,
era evidente que le preocupaba la situación.
Lali, por su parte, sólo se quedó con dos palabras de la reina que le
retorcieron el corazón como en un tornillo de banco.
—¿Estás prometido? —le preguntó a Peter.
—No es lo que crees —dijo él con brusquedad—. Puedo explicarlo.
Pero ella no quería oír sus explicaciones, sus excusas, sus mentiras ni ninguno
de esos persuasivos, y creativos argumentos, que tanto talento tenía para pergeñar.
Esta vez fue ella la que sacudió la cabeza al tiempo que retrocedía.
—Lo siento —murmuró con voz temblorosa, dirigiéndose a la reina, no a
Peter. A él no tenía que pedirle ningún tipo de disculpas—. Lo siento. No sabía
que estaba prometido. No vine aquí con la intención de tener nada con Peter.
Jamás habría hecho a propósito nada que pudiera abochornar a su familia. Espero
que me crea.
La reina miró a su hijo, sin cambiar por ello la expresión agria de su rostro.
—Espero que los dos mantengáis las distancias a partir de ahora. Os
conduciréis con absoluto decoro y os mantendréis lo más lejos posible el uno del
otro, hasta que solucionemos este asunto. ¿Me habéis comprendido?
Parecía que Peter quería discutir las órdenes de su madre, pero Lali ya
estaba asintiendo. Tuvo que parpadear repetidamente para contener las lágrimas de
humillación, al tiempo que se humedecía los labios resecos.
—Puedes irte —le dijo Emilia, despidiéndola—. Y tú —se dirigió a Peter—,
quiero que hables de inmediato con Paula, y hagas todo lo posible por reparar el
daño que le has hecho. ¿Me has comprendido?
Lali salió de la biblioteca y cerró las puertas, antes de poder oír la respuesta
de Peter. Después, se dirigió corriendo hacia las escaleras. Lo único que quería era
irse de allí, volver a su habitación y no ver a nadie. Qué tonta había sido. Otra vez.
De pie en su suite, Lali echó un último vistazo a su alrededor,
comprobando que no se dejaba nada. No quedaba ni rastro de ella.
Cerró la puerta sin hacer ruido y echó a andar pasillo abajo, tirando de su
maleta con ruedas. En vez de dirigirse hacia la puerta principal del palacio, por
donde estarían entrando a esas alturas los invitados a la fiesta de Nochebuena, se escabulló por la puerta de atrás, donde un coche la esperaba para llevarla al
aeropuerto.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment