Tuesday, April 28, 2015

capitulo 5

Antes de que el semáforo se pusiera verde, se sacó la cartera del bolsillo y extrajo la fotografía que Lali le había entregado y en la que había escrito en broma: «Tu esposa, Lali» y su número de teléfono.
-Así, te acordarás de mí -le había dicho presintiendo que Peter no se iba a poner en contacto con ella si no fuera por asuntos legales.
«Bésame», le habían suplicado sus ojos.
Sin embargo, Peter no lo había hecho porque Pablo le había advertido que, si se dejaba llevar y se acostaba con ella, Lali podría demandarlo luego y obtener una cuantiosa pensión de manutención.
En cualquier caso, Peter se dijo que jamás se había sentido atraído por ella. ¿Cómo se iba a sentir atraído por una chica que había dejado el colegio a los dieciséis años y que era peluquera?
Lo único que tenían en común era que ambos eran seres humanos. Por fin, Peter miró la fotografía. Lali no era guapa, recordó exasperado por sus propios pensamientos. Tenía las cejas demasiado rectas y pobladas y la nariz un poco grande.
Aun así, Peter no pudo apartar la mirada de su viva sonrisa y sus preciosos y enormes ojos.
-Cuando era adolescente, trabajaba los sábados, y me gastaba todo lo que ganaba en zapatos —le había confesado a Peter una vez haciéndole entender que habían llevado vidas muy diferentes.
-Cuando mi abuela conoció a mi abuelo, supo que era el amor de su vida antes de que hablaran... en cualquier caso, no podían hablar porque ella no sabía inglés y él no sabía italiano. ¿No te parece romántico?
Peter no había contestado a aquella pregunta. De hecho, se había mostrado como un muro de piedra ante los intentos de Lali por flirtear con él. Sí, era un esnob tanto social como intelectualmente y aquella chica no pertenecía a su mundo.
Además, no pensaba seguir la tradición de la familia de casarse con cazafortunas. Él se tenía por un hombre mucho más listo que su padre y su abuelo. Por eso, había suprimido aquella inadecuada y peligrosa atracción que sentía por una mujer que no era la correcta.
Aun así, no podía olvidar la última vez que la había visto. En aquella ocasión, Lali lo había mirado con un brillo especial en los ojos y una sonrisa desafiante, como diciéndole que estaba segura de que iba a encontrar un hombre que creyera en el amor.

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