capitulo 77

-¿Qué demonios te pasa?
-Na.., nada... Yo sólo... no me siento bien -dijo Lali, y era cierto.
-¿Y no podías habérmelo dicho?
-Estoy muy cansada, con la excitación y las discusiones...
Algo brilló en la mirada de Peter, un signo de preocupación, y tenía aspecto, por una vez, de estar algo inseguro.
Lali no se durmió hasta el amanecer, y se despertó de repente cuando alguien le sacudió en el hombro.
-¿Qué pasa?
-Peter les ha dicho a los obreros que se vayan para que pudieras descansar -le dijo Emilia alegremente-. Y si has dormido hasta tan tarde será porque lo necesitabas. Eran más de las tres.
-¿Y Peter?
-Se ha ido a Londres.
Lali lo sabía, él se lo había dicho el día anterior. Se dirigió al teléfono, para hablar con Candela, le diría que iba a casarse al día siguiente, pero Candela no estaba. Se paseó por el salón, preguntándose si Candela ya habría vuelto con Pablo, con temor y esperanza. A las siete de la tarde, sus insistentes llamadas telefónicas obtuvieron respuesta.
Su hermana respondió con calma.
-Peter y yo vamos a casarnos mañana -le dijo con voz temblorosa.
-Puede que vayas a la iglesia -dijo Candela con una carcajada-, pero te aseguro que no te casarás mañana ni ningún otro día.
Lali tragó saliva.
-¿Cómo puedes...?
-Ya lo sabrás -dijo Candela colgando el teléfono.
Lali trató de volver a hablar con ella, pero fue imposible. Una hora después, llamaron al timbre. Era Mariano.
-Peter no podía comunicar por teléfono. Me ha dicho que le diga que esta noche no vendrá -dijo Mariano con mucha seriedad-. Debe estar en la despedida de soltero...
-Gracias, Mariano -dijo Lali, y le dieron ganas de tirarse de los pelos.
-¡Es una completa desgracia! -dijo Mariano-. Aprovecharse de una jovencita... debería darle vergüenza.
Lali sonrió, al menos sabía que contaba con el apoyo de Mariano, pero estaba al borde de la histeria. ¿Qué podía hacer? ¿Qué significaban las palabras de Candela? En cualquier caso, sabía que no podía ir a la iglesia, y que si iba, allí acabaría su trayecto, porque una vez allí, no podía seguir mintiendo. Su mentira había llegado a su final.