Tuesday, April 28, 2015

capitulo 90

-Lo sé -dijo Lali, más avergonzada que nunca.
-¿Cuánto tiempo llevas con ella?
-Prácticamente, desde que nació. Mi madre no se apañaba bien con ella. Yo volvía de la universidad y me la encontraba llorando, porque no le había dado de comer o no la había cambiado. Al final acabé dejando el curso para cuidarla. Mi madre me dijo que Salvador se puso furioso cuando le dijo que estaba embarazada, cuando ella sólo lo había hecho porque creía que él quería tener un hijo -dijo Lali frunciendo los labios-. Pero no era así y empezó a tratarla mal, hasta que acabó por dejarla. Cuando lo arrestaron y la policía fue a interrogar a mi madre, ella no les dijo que estaba embarazada, le daba vergüenza. Nunca se recuperó...
-¿Por qué te quedaste con Rosie cuando murió? -preguntó Peter.
Lali lo miró, sorprendida por la pregunta.
-Porque la quería...
-¿Por eso me hiciste creer que era mía, por su bien?
Lali frunció el ceño.
-No. Le mentí a Candela, no a ti.
-Me mentiste a mí -dijo Peter con frialdad.
-Sólo porque no quería que Candela abortara.
-¡No quiero volver a oír esa tontería! -dijo Peter, levantándose y acercándose al borde de la cama-. Candela no está embarazada. ¡Quiero la verdad, no una historia estúpida e infantil!
-Esa es la verdad. Pero no puedo probártelo.
-¿Tienes la custodia legal de Rosie?
Lali se le quedó mirando.
-No.
-Es bueno saberlo -dijo Peter suavemente-, considerando que no estás preparada para tener la custodia de una niña tan impresionable.
-¿Tú qué sabes? -dijo Lali, herida en lo más profundo-. ¡He hecho lo que he podido!
-Pero no ha sido bastante ni para ella ni para mí -dijo Peter-. Eres una mentirosa y yo no soporto a las mentirosas. No puedo confiar en ti.
La rabia le daba a Lali la fuerza para luchar contra él. Era Peter quien había empezado, con sus deseos de venganza, sin pensar a quién podía herir.
-Hablas como si yo tuviera la culpa de todo -dijo-. Pero nos trajiste a Rosie y a mí a esta casa sólo para utilizarnos. No te importó que la gente pudiera pensar que era tu hija. No te importaba lo que dijeran de ella o de mí mientras hiriera a mi padre.
-Tú te estabas ahogando y yo te ofrecí una salida.
-Ésa no es la cuestión...
-No tenías elección, y tenías que haber imaginado lo que pensaría la gente.
-Estaba tan agradecida por el trabajo que no lo pensé hasta que fue demasiado tarde. Pero tú lo tenías todo preparado.

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