Se pasó una hora dando vueltas por la habitación y la siguiente con la cara enterrada en la almohada. Empezó a sentir pánico, llegaba la hora en que Rosie saldría del jardín de infancia. No podía creer que Peter estuviera allí para recogerla. Pero al cabo de un rato oyó el inconfundible ruido del Ferrari.
No se atrevía a bajar, no quería más peleas. Rosie y ella abandonarían Westleigh Hall con dignidad, se prometió. Oyó los pasos de Peter en las escaleras, Rosie debía haber ido a la cocina a buscarla.
-Rosie está con Emilia.
Lali agarró lo primero que encontró a mano y el reloj despertador salió volando hasta el otro lado de la habitación, chocando contra la pared.
-¡Eres un maldito donjuán! ¡Me voy!
-No sé, a lo mejor es una buena idea -dijo Peter con increíble frialdad, cerrando la puerta con el pie-. ¿Por qué no me dijiste que Candela estaba embarazada?
Lali lo miró con los ojos muy abiertos.
-De verdad, tengo que cambiar la imagen que tienes de mí -prosiguió Peter-. Me habría apartado de tu hermana en cuanto me lo hubieras dicho. No me habría gustado tener un aborto en mi conciencia...
-Candela... Candela ha admitido que...
-Con un poco de persuasión -dijo Peter-. ¿Por qué crees que fui allí?
-Yo... yo creía que...
-Estabas celosa, ¿eh? Pensé que tenía que comprobar tu historia, darte el beneficio de la duda una vez más.
-¡Yo no estaba celosa! -exclamó Lali con rabia, y frunció el ceño, tratando de comprender cómo había conseguido arrancarle la verdad a Candela.
-Estaba tan enfadado que no te creí, perdóname -dijo Peter-. Pero que estuviera o no embarazada no es lo importante. La razón principal para ir allí ha sido Rosie.
-¿Rosie?
-Quería saber el nombre del abogado de tu madre. Pero Candela me ha dicho algo que nos hará más fácil adoptar a Rosie...
Lali estaba perdida.
-¿Adoptarla?
-Salvador ha muerto. Le atropelló un coche dos semanas después de salir de la cárcel.
-¿Quieres adoptar a Rosie? -repitió Lali, incapaz de reaccionar.
-Pues, sí. Nos pondremos en contacto con la Seguridad Social en seguida. Quiero hacerlo todo legalmente. Cuando sea lo bastante mayor como para comprender, le contaremos la verdad, pero quiero tratarla igual que si fuera nuestra.
«Nuestra», había dicho, señalando que ella jugaría un papel en la adopción, pensó
Lali con un estremecimiento.
No comments:
Post a Comment