-Peter... no creo que se... sepa de qué estás hablando.
-Le he dicho a Candela que no tengo ningún interés en ella -dijo Peter, acercándose a la cama-. Incluso he pasado una hora hablando con Pablo en el Faisán.
-¿Con Pablo?
-Le he dicho que entre Candela y yo no ha pasado absolutamente nada.
-¿De verdad? -respondió Lali.
-Nunca me he acostado con tu hermana. Hace tres años se acostó con otro hombre porque creía que así me daría celos, pero no fue así, sino todo lo contrario, por eso la dejé.
Lali lo miró con sorpresa. Siempre había asumido que su relación con Candela había sido muy íntima.
-¿Nunca? ¿Quieres decir...?
-Nunca.
-¿Y qué has hablado con Pablo?
-Me ha parecido que merecía la verdad -dijo Peter con una mueca-. Creo que su mujer no se la dice muy a menudo. Candela me dijo que iban a divorciarse, pero me parece que es una exageración. Me dio mucha pena, sabe cómo es su mujer, pero no le importa. Habla de ella como si fuera una niña traviesa y me parece que, cuando se entere de quee está embarazada, le va a encantar...
-Pero estuviste con ella en Londres -dijo Lali con tensión-. ¿Qué pasó?
-Se presentó de improviso -dijo Peter con una sonrisa irónica-. ¿Es que no conoces a tu hermana? Sabía dónde estaba mi apartamento y llamó. La invité a cenar y la llevé a casa a la mañana siguiente.
-¿Y la chica que estaba en tu apartamento?
-Si quieres que te sea franco... -dijo Peter.
-Oh, sí. '
-Estaba pensando en acostarme con ella, pero no lo hice. No podía dejar de pensar en ti.
-¿Y se supone que tengo que creerte? -dijo Lali, sintiéndose muy vulnerable-.
¿Por qué has ido a ver a Candela y a Pablo?
Peter se sentó en el borde de la cama.
-Anoche -dijo, suspirando-, me sentí muy mal...
-Estabas dormido...
-No. Descubrí que hacerte daño me hacía daño a mí. Anoche fui demasiado lejos y me di cuenta de que tenía que asegurarme de todo antes de acabar con nuestra relación.
-No sabía que tuviéramos una -murmuró Lali. -No hablaba en serio cuando dije que no te merecías a Rosie, sólo quería hacerte daño.
-Puede que tuvieras razón -susurró Lali.
-Estaba completamente equivocado. Tú la quieres de verdad y eso es algo que me impresionó desde el momento que os vi juntas a las dos. Si mi madre hubiera tenido
que luchar así por mí, yo habría acabado en un orfanato.
Lali, sin pensar, le acarició el muslo.
-No...
No comments:
Post a Comment