Tuesday, June 9, 2015

capitulo 34

- El empleado que fue a la competencia con la filtración fue un ejecutivo llamado...
-¿Benjamin Amadeo? -preguntó Lali de improviso, sin pensar.
-¿Cómo lo sabes? Dijiste que no lo habías visto...
-Y no lo vi. Esta noche, a la hora del descanso, Emilia me ha dicho que Benjamin Amadeo le preguntó dónde estaba ese día y que...
-¿Y por qué iba a preguntar Amadeo dónde estabas tú?
-Es el tipo de la octava planta que siempre me estaba molestando -explicó Lali con una mueca. -Pues se me ha negado el placer incluso de despedirlo, ha dimitido. Cambió la información por un puesto de trabajo mejor en otra empresa... aunque no creo que permanezca en ella mucho tiempo, desde luego.
-¿Y por qué no?
-Porque es incapaz de lealtad alguna a ninguna empresa - sonrió Peter curvando sus sensuales
labios - . ¿Cómo va nadie a confiar en él? A la primera excusa lo despedirán.
-¡Ah! -exclamó Lali contemplando y admirando por fin el rostro de él mientras sentía que se le secaba la boca-. Pues no pareces muy enfadado.
-Bueno, he dejado mis planes de compra para más adelante. Y vendí el stock de la empresa A antes de que se enterara nadie... -añadió Peter sosteniendo su mirada con brillantes ojos esmeralda y utilizando los mismos términos que había empleado en la isla, en la cama, para explicarle a Lali sus tácticas en los negocios. Lali se ruborizó-. Y en cuanto a la empresa B mis competidores han creído erróneamente que si yo estaba interesado en ella era porque contaba con una nueva tecnología. Han comprado una buena parte de sus stocks -continuó Peter irónico-. Luego descubrirán que no es así, pero cuando vayan a deshacerse de la mercancía lo harán con pérdidas.
-Así que al final lo más probable es que tú la compres por nada...
Se hizo el silencio. Peter observó los ojos de Lali con una mirada intensa y clara. Ella se puso tensa. Era insoportablemente consciente de su potente masculinidad. Bajo la ropa sus pechos estaban duros, hinchados, y los pezones tensos y deseosos. Un rubor rosado coloreaba sus mejillas. De pronto
Peter cruzó la distancia que los separaba con un solo movimiento.
-No volveré a hacerte daño otra vez, Lali.
-Creo que ahora deberías de marcharte, Peter -contestó ella.
-¿Por qué? -preguntó él sorprendido.
Con sólo aquella palabra, que revelaba cuán fácilmente pensaba Peter que se ganaría su perdón, Lali se armó de valor. Toda su flaqueza desapareció.
-Creo que es evidente -murmuró ella seca-. Lo que ocurrió en la isla no volverá a ocurrir más. No tenemos nada más que decirnos el uno al otro. -No te dejaré marchar -declaró Peter en un tono de voz sedoso pero fmne.
-¿Y quién diablos te crees que eres para decirme eso a mí? -preguntó Lali con ojos negros brillantes de ira.
-Tu amante -respondió él en voz baja. Lali se puso pálida-. Te dije que yo no soy de los que se acuestan con mujeres una sola noche. Aún estás enfadada conmigo, Lali, y lo comprendo, pero no es un problema insuperable.
-No importa si yo sigo enfadada o no -protestó Lali-. En la isla... tú y yo... bueno... fue más una fantasía que otra cosa.
-Gracias -contestó Peter sonriendo a medias.
-Pero ahora estamos en el mundo real, Peter. -Yo no sabía que lo hubiéramos abandonado ni tan siquiera en Chindos...

3 comments:

  1. que sufra peter por tarado que no lo perdone tan rapido lali que lo haga remar ♥

    ReplyDelete
  2. me gusta la actitud de lali que no se lo ponga facil.

    ReplyDelete