Wednesday, June 10, 2015

capitulo 38

-Hace un par de semanas el señor Lanzani pasó por mi lado y me saludó. ¡Me llamó por mi nombre! Fue la primera vez en la vida. Algo ha cambiado, de alguna forma. Antes hubiera jurado que ni siquiera sabía cómo me llamaba, te aseguro que siempre he pensado que ni siquiera me veía -suspiró-. No tengo tiempo para los rumores, Lali. Eres tú quien me preocupa...
-Yo estoy bien... estoy más triste, y soy más madura -le confió Lali mientras el ascensor de servicio llegaba a su planta.
-Me gustaría poder ayudarte... -añadió Emilia con una mueca.
-Ya no soy una niña, Emilia.
Una sola noche podía cambiar el curso de una vida. Su madre había sido una madre soltera, y nadie mejor que ella sabía lo difícil que era criar a un hijo en esas condiciones. Pero probablemente estuviera siendo demasiado pesimista. Lali decidió comprar un test del embarazo y hacérselo al día siguiente. Sería más rápido que esperar a la cita del ginecólogo.
Estaba saliendo de uno de los ascensores de la octava planta cuando se abrió otro en la zona de recepción. Volvió la cabeza esperando ver al guardia de seguridad y se quedó helada. Peter caminaba a grandes pasos hacia ella.
Lali se dio la vuelta y comenzó a abrillantar el suelo con el aparato eléctrico, decidida a seguir con su trabajo.
La máquina se puso en marcha pero de pronto se paró, como sin fuerzas. Lali se volvió. Peter la había desenchufado y la miraba con ojos desafiantes.
-Deja de huir de mí.
-No sé de qué estás hablando -tartamudeó ella, poco preparada para un ataque como aquél.
-Sí, lo sabes muy bien. Estás tratando de esconderte tras el hecho de que trabajas para mí, pero es demasiado tarde -continuó él con una fría ironía.
-Yo sólo quiero que me dejes en paz.
-Cada vez que me miras tus ojos me dicen lo contrario -respondió él sosteniendo su mirada tranquilo y alcanzando la mano de Lali antes de que ella pudiera darse cuenta de cuáles eran sus intenciones - .Tienes el pulso acelerado. Estás temblando...
-¡De ira! -respondió ella soltándose y dándole la espalda-. Sé lo que quiero en la vida y, créeme, tú no estás incluido en el lote.
-¿Y qué hay en ese lote?
-¿De verdad quieres saberlo?
-Sí, de verdad quiero saberlo.
-Muy bien. Pues quiero comprar una librería. Ésa es la razón por la que tengo dos trabajos. Llevo mucho tiempo ahorrando y pronto pediré un crédito.
-Te lo doy yo ahora mismo, con contrato legal -se ofreció Peter.
Lali dio un grito de frustración, entró en la oficina más cercana y vació la papelera.
-¿Es que no lo entiendes? -preguntó saliendo de nuevo-. No quiero ningún favor, no necesito ninguna ayuda.
-Pero estás dejando que tu trabajo aquí sea una barrera entre nosotros dos.
-Peter... serías incapaz de reconocer que una sólida muralla de ladrillo es una barrera.
-No debería de haberte pedido que fueras mi amante -murmuró Peter.
Lali estuvo tentada de mirarlo a los ojos. La tensión de su cuerpo se desvaneció ligeramente.
-No...
-Era demasiado pronto -añadió Peter.
-¡De verdad que eres lento a la hora de comprender!
Un brillo divertido cruzó los ojos verdes asombrados de Peter.
- Te he echado de menos,pethi mou.

1 comment: