—¡Yo no suelo tener aventuras de una noche y no llevaba nada conmigo! Fue así de simple. Corrí
el riego, pero tú lo corriste conmigo.
—¡Eres un niñato! Sabías perfectamente que yo no tenía ni idea de lo que estaba haciendo.
—¡Santo cielo! —Peter alzó las manos con gesto de profunda frustración—. ¿Y qué importa cómo haya pasado? Vamos a buscar una solución. ¡Lo demás es una pérdida de tiempo! No veo razón para que te preocupes de forma innecesaria.
—¿De forma innecesaria?
—Los dos íbamos a enterarnos más pronto o más tarde. Hablar de ello no va a cambiar el hecho. Y echarnos mutuamente la culpa es igual de inútil. Este es el momento de ser constructivos, no destructivos.
—¿Quieres que sea constructiva?
—Esto es una responsabilidad de los dos.
Pero era su cuerpo, su vida y su futuro los que habían cambiado de forma irrevocable, no los de él. Que hubiera un bebé creciendo dentro de su cuerpo le parecía algo irreal. En el denso silencio, Peter tocó la campanilla para avisar a Ogden y pedir más café.
—Es evidente que tenemos mucho de qué hablar —sugirió él con la misma calma enloquecedora.
Con las manos entrelazadas con fuerza sobre el regazo por debajo de la mesa, Lali alzó la vista con la cara pálida y tensa.
—No pienso interrumpir el embarazo. Lo siento, pero eso no está abierto a discusión.
—¿Te lo he sugerido siquiera yo?
—Podrías pensar que es la solución más adecuada—dijo Lali deslizándose una mano por el pelo-. Después de todo, este bebé no ha sido concebido dentro de una relación. Es la consecuencia accidental de la aventura de una noche.
—Yo nunca hubiera sugerido un aborto —la contradijo Peter con frialdad—. Y no llamaría
aventura de una noche al encuentro en casa de Freddy.
Lali se negó a mirarlo. Las lágrimas le ardían en los ojos y se le puso un nudo en la garganta.
—Francamente —pronunció con dificultad—. No quiero ni siquiera pensar en aquella noche,
cuanto menos hablar de ella.
Un relampagueo sombrío cruzó la expresión de Peter.
—Lali...
—Por favor...
Sin previa advertencia, Peter corrió la silla hacia atrás y se levantó. Por el rabillo del ojo, Lali
le vio acercarse a los altos ventanales, la tensión latente ahora.
—Tú sabes que yo siempre he querido tener hijos...
—Sí.
Lali no necesitaba el recuerdo de que una vez había estado dispuesto a casarse con ella para tener aquellos hijos mientras su corazón y sus emociones estaban con otra mujer. Y aún recordaba mejor que antes de la boda él le había dicho que le gustaría tener familia cuanto antes.
—Naturalmente que quiero a este niño —terminó Peter casi con agresividad.
Lali se cruzó de brazos como si tuviera frío. De repente, supo lo que llegaría a continuación. —Sé lo que vas a decir, así que por favor no lo digas.
—¿Desde cuándo me lees la mente?
Se obligó a alzar la cabeza con la mirada furiosa y acusadora sin revelar nada del amargo dolor
del rechazo que estaba sintiendo.
—Estás a punto de pedirme que me case contigo por el bebé. Y la respuesta es no. - ¿No?.
A Lali se le escapó una carcajada. Peter estaba es forzándose por contener su incredulidad. Y
realmente no podía culparle, ¿verdad? La última vez que le habla pedido que se casara ella habla es-tado extasiada y nunca se hubiera conformado con un acuerdo menos convencional. Ahora estaban viviendo bajo el mismo techo, compartiendo la cama y ella estaba embarazada. Simplemente él no podía comprender su respuesta negativa.
—Has estado actuando de forma muy extraña desde ayer. Yo no soy sexista, pero sospecho que
tiene algo que ver con tus hormonas —comenté Peter con humillante superioridad.
La carcajada se escapó en contra de su voluntad y se llevó una mano a la boca trémula, aterrorizada de que le siguiera un sollozo.
—¡Si puedes encontrar algo divertido en todo esto, dímelo! —la invitó Peter con crudeza.
Lali sacudió la cabeza con urgencia sin confiar en sí misma para hablar.
¿Por qué habría temido que le pidiera que abortara? ¡Qué ciega había estado! ¡Peter había estado esperando a aquel bebé con amoroso cuidado desde que había sospechado de su existencia! Diciéndole que se quedara en la cama, que no se cansara, que no bebiera alcohol. Peter se había enfrentado a la situación enfocándola en el único aspecto positivo que encontraba en ella... él siempre había deseado un bebé.
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ReplyDeleteotro genia
ReplyDeleteOtroo
ReplyDeletemaass me encantaaaa
ReplyDeleteporq peter no intenta comprender a lali! grr
=)
ReplyDeletesube otro
ReplyDelete++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
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